Después de un gran inicio de campaña y de un espectacular 2015, el Celta terminó el año con una dolorosa derrota ante el Athletic en Balaídos (0-1). Tras este choque, el mes de enero, con la Copa del Rey de por medio, no se preveía nada fácil para el cuadro celeste. El problema es que ha sido desastrosa para el equipo de Eduardo Berizzo.
Lo único positivo de los primeros 31 días de 2016 es que el Celta está en unas semifinales de Copa tras 15 años. O lo que es lo mismo, a tres partidos de levantar un título. Una plantilla corta, las bajas y la distracción del tornero del K.O, han hecho que el rendimiento del equipo en Liga sea desastroso: solo ha ganado uno de los cinco partidos que ha jugado en enero.
Ha perdido contra Málaga (2-0), Atlético de Madrid (0-2), Rayo Vallecano (3-0) y Las Palmas (2-1). Tan solo se impuso al Levante (4-3) en un partido loco. De hecho, los doce goles que ha recibido en estos últimos cinco enfrentamientos son unas de las claves del mal funcionamiento de un equipo al que también le ha costado mucho hacer goles.
Por todo ello, el técnico argentino espera como regalo de Reyes atrasado el regreso de Nolito, que ultima su puesta a punto para reponerse de este bache y volver a una senda del triunfo que devuelva el equipo a los puestos europeos.
Y no lo tendrá nada fácil el Celta, que además de la semifinal de Copa contra el Sevilla, tendrá que jugar también contra el cuadro sevillano en Liga este domingo y luego contra Barcelona, Eibar y Getafe.