Rubén Blanco fue de manera unánime el mejor hombre del Celta en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey, a pesar de encajar cuatro tantos, el mosense tiro de repertorio para atajar un penalti, sacar un remate de cabeza a bocajarro y mostrarse valiente y decidido en los balones aéreos.
A pesar de su buen hacer, Rubén Blanco no podía estar satisfecho, "estoy contento por mi actuación, pero si no sirve para que el equipo gane no puedo estar feliz, pero esta actuación mejora mi confianza" dijo, señalando la ilusión que tenía este equipo en la eliminatoria copera, "salimos dolidos del partido de ayer, teníamos muchas esperanzas en este partido pero salió todo mal" recalcó.
Al igual que el entrenador y el resto de sus compañeros, la clave del partido son los contragolpes del Sevilla ,"salimos en la segunda parte a por un gol y en tres contras nos mataron, teníamos que arriesgar para meter un gol, era importante lograr ese gol fuera de casa y al final esos tres goles a la contra nos dejan un mal sabor de boca" dijo.
El portero sabe de la dificultad de la remontada, pero como todo el celtismo alberga esperanzas, "hay que ser realista, está muy difícil, pero si hay una mínima posibilidad nos vamos a agarrar a ella, vamos a hacer un buen partido y a partir de ahí ya se verá", manifestó.
El tema arbitral está trayendo de cabeza a la plantilla y cuerpo técnico del Celta, el equipo se siente perjudicado y señalado tras los arbitrajes de Sánchez Martínez y Clos Gómes, pero Rubén Blanco no quiso avivar más el tema, a pesar de afirmar con rotundidad que le escatiman un penalti al Celta, "ayer hay un penalti claro al 'Tucu' que podría cambiar la eliminatoria pero son personas y se pueden equivocar" dijo el meta celeste.