Las persistentes lluvias que han azotado a la ciudad de Vigo han vuelto a dejar inundaciones en el estadio de Balaídos. Por ahora no han sido tan graves como las del pasado 8 de enero, pero pueden ir a más si el temporal no arremete.
Si durante el partido de este jueves por la noche ante el Sevilla el nuevo césped del fuedo celeste no pasaba el examen, los exteriores del campo han sido los más afectados hoy. Lo bueno es que el Celta no tiene que jugar en su estadio hasta el sábado, cuando recibirá la visita del Eibar (22.05 horas).
Por desgracia, ver inundado Balaídos es una imagen común cuando llueve durante tanto tiempo y con tanta intensidad en Vigo.