Hay jugadores que, sin saber muy bien los motivos, conectan con su afición desde el mismo instante en que se enfundan por primera vez su nueva camiseta. John Guidetti es uno de ellos, casi sin haber jugado partidos ya era un ídolo para la afición del Celta.
Su historia, su carácter, las facilidades que siempre ha dado a las personas que se acercan a él, su vídeos jugando en cualquier sitio con niños a la pelota, son algunos de los motivos por los que el delantero vikingo ha encajado tan bien en Vigo. Ayer volvió ha hacer gala de su carácter afable y cercano. A pesar de fallar el penalti con el que el Celta se podría haber puesto con un 3-1 en el marcador el sueco dio la cara y salió del estadio entre los aplausos y vítores de un entregado celtismo.
Y ahí llegó el momento mágico, rodeado de la afición, Guidetti, el hombre que se dio a conocer en España como SuperGuidetti, en una de las entrevistas más divertidas que se recuerdan en la televisión, pidió silencio, el celtismo hizo caso a su ídolo y este se puso a cantar en himno del equipo para delirio de los presentes que lo acompañaron inmediatamente.
Una anécdota del día de hoy. A la salida, pocos jugadores salieron por su puerta, uno de ellos, Guidetti, al cual se le coreó a morir.
— Jose Alonso (@J_L_Alonso) febrero 11, 2016
Pues en un momento, nos pidió que nos calláramos todos y empezó a cantar el himno del Celta. Increíble. Uno de los nuestros.
— Jose Alonso (@J_L_Alonso) febrero 11, 2016
@J_L_Alonso @adrischlieri7 @lajugue una amiga me pasó este cacho pero esta no fue la mejor pic.twitter.com/aRkJbnFOr5
— Iria González (@Iriaamore) febrero 12, 2016