Aspas pone la quinta marcha

El Celta, de la mano de un gran Aspas, dormirá a falta de tres jornadas quinto a cuatro puntos de un Villarreal que nota el aliento celeste en su cogote. La vuelta a Europa es un hecho, pero habrá que esperar para saber si el Celta es capaz ya no sólo de un sobresaliente, si no de la matrícula de honor, Fiesta en Balaídos con una afición entregada a los suyos.

Berizzo le dio la vuelta al once. Se sabía que los cuatro magníficos estarían de vuelta, pero sorprendía la titularidad de Rubén, que en este tramo final le ha ganado la partida a Sergio, y la entrada de Planas por Jonny. En el caso del lateral parece que Berizzo lo quiere proteger de una tarjeta para que llegue seguro a San Mamés.
El Celta salió al campo mandón, desde el primer minuto generó ocasiones por medio de Aspas, el mejor en la primera mitad. El Granada construía un medio campo con dos hombres con poco talento pero muy rocosos. La pelota era celeste, Aspas y Guidetti fallaron la primera ocasión clara en el minuto 6 pero al cuarto de hora no perdonaron. El sueco en su eterna lucha con la defensa rival logró robar una pelota muy fácil a Biraghi y este cometió un penalti muy tonto. Aspas fue el encargado de transformarlo y poner a su equipo por delante en el marcador.
El gol premiaba la mayor ambición local, pero a partir de ahí el equipo se conformó con seguir a medio gas sabiéndose superiores a su rival. El Celta seguía atacando pero le sobraban siempre uno o dos pases y no acababa de rematar las jugadas. El Granada se fue asentando en el campo y muy timidamente intentó inquietar a Rubén, Segi Gómez estuvo a punto de conceder una ocasión clarísima al Granada pero supo rehacerse de su tremendo error.
El juego era cada vez más espeso y ahí el Granada estaba más cómodo, pasaban los minutos y en una falta muy lejana estuvo el conjunto nazarí a punto de anotar el tanto del empate. Lombán remata el centro al borde del área pequeña y este se estrella con el larguero. Esta ocasión despertó a un Celta que intentó en los cinco minutos finales de la primera mitad sentenciar el partido.
Tras el paso por los vestuarios el Granada siguió buscando el empate, Peñaranda tuvo la más clara a los 10 minutos de la reanudación pero Rubén, muy seguro, supo despejar la pelota. La necesidad de los de José González se notaba en el césped y poco a poco iban encerrando al Celta, sin grandes ocasiones lo cierto es que se habían adueñado del mediocampo sin que Berizzo le pusiese solución,
Cuenca quiso probar de nuevo a Rubén en el 65 pero su disparo se fue desviado, Berizzo comprendió el déficit de su media y quitó a Guidetti para meter a Wass, el sueco se fue al banquillo enfadado entre los aplausos de un entregado Balaídos.

El Arabi iguala el partido

Sin que a Wass le diese tiempo a colocarse en el campo un centro por banda derecha acaba en un barullo en el área celeste. El despeje le llega a la frontal a Fran Rico, este remata cayéndose pero atina lo suficiente para que la pelota le llegue a El Arabi que la desvía lo justo para batir a Rubén. Al Celta le quedaba aún mas de 20 minutos para lograr un segundo gol con el que sobrepasar al Athletic en la quinta plaza.
Wass estuvo a punto en el minuto 70 con un trallazo, pero Andrés muy atento la mandó a córner. Pero fue Aspas el que adelantó de nuevo a los celestes en el 75. Un toque sutil de Nolito al medio de los centrales nazaries es recogido por el de Moaña que la pica ante un Andrés que nada puede hacer. Definición perfecta de Aspas que sumaba su gol número 14 en Liga.
El Celta se sentía cómodo dejando pasar los minutos mientras que el Granada buscaba en el banquillo soluciones de emergencia para seguir vivos en la Liga. El Celta también agotaba sus cambios reforzando el medio campo con la entrada de Radoja que sustituía a un Chelo muy fatigado. Se aproximaba el final y e Granada no era capaz de acercarse a Rubén.
De hecho la mejor oportunidad volvió a ser celeste con su tridente como protagonistas, pero Orellana no supo entender a Nolito. Ya con el descuento casi acabado el Granada intentó la machada, pero era demasiado tarde y el Celta certificó su vuelta a Europa con una ajustada victoria.