El Celta volvía a Primera División, un lustro en Segunda purgando sus pecados de nuevo rico eran muchos y no se quería volver a la categoría de plata. En Vigo no deseaba volver a ser el equipo ascensor de otras épocas y a la base de canteranos, que tan buen nivel habían dado el curso anterior, se le confió el proyecto.
Año complicado en Vigo, los canteranos sufrieron el cambio de categoría, Paco Herrera incapaz de reconducir la mala dinámica del equipo fue destituido en la jornada 24 tras un partido pésimo en Getafe. Abel Resino coge al equipo y en un racha final de 4 triunfos, 1 empate y 2 derrotas alcanza los 37 puntos, lo justo para salvarse, la puntuación más baja de la historia válida para seguir en Primera.
Varas: No se confió en Yoel para seguir en la portería, y se le cedió al Lugo para que siguiese formándose. Llego Varas, procedente del Sevilla, donde había jugado mucho en las dos últimas temporadas. Su rendimiento fue aceptable, pero no superior a lo que podía ofrecer Yoel.
Cabral: el argentino llegó cedido por el Levante para dos campañas. Le costó dar el nivel, sus primeros años tienen más sombras que luces, aún así poco a poco ha ido creciendo hasta convertirse en el líder de la zaga celeste.
Augusto: llegó como extremo derecho, sus características físicas no eran la adecuadas para ese puesto, pero fue uno de los hombres importantes en la salvación del equipo. Con Luis Enrique atrasa su posición, pero es Berizzo quien, colocándolo como mediocentro le saca todo el potencial que tenía.
Krohn Delhi: tras una Eurocopa brillante llega a Vigo como extremo zurdo, comienza muy bien la temporada, pero se hunde en invierno. Primer año de adaptación complicada, Luis Enrique decide que el danés se convierta en su organizador de juego y a partir de ahí nace una estrella.
Park: el coreano llegaba a Vigo como una estrella, Mónaco, Arsenal, un sueldo imposible para el Celta y fracaso superlativo. Nada de lo que se esperaba de Park apareció, poco habilidoso, sin conocimientos tácticos. La cesión le costó al equipo una buena cantidad de dinero que en el campo no se notó.
Demidov: el noruego llegó en el mercado invernal para apuntalar la maltrecha zaga celeste. Comenzó de titular y ofreciendo un nivel más que aceptable, pero misteriosamente se cayó del equipo tras perder en casa contra el Rayo en la jornada 30 y no volvió a disputar un sólo minuto.
Pranjic: centrocampista de calidad, había jugado tres temporadas en el Bayern de Munich con asiduidad (55 partidos), ese verano había fichado por el Sporting de Lisboa que lo cede en invierno al Celta. Comenzó jugando, pero su estado físico era deporable, a pesar de que en el Sporting había acumulado 1.400 minutos en 3 meses de competición, y enseguida se dejó de contar con él.
En resumen tres grandes fichajes con los que se tuvo que tener paciencia, ya que su rendimiento inicial no fue el más adecuado sobretodo si consideremos que dos de sus grandes aciertos triunfaron en el Celta en una posición para la que no fueron contratados. Cabral necesitó tres años para asentarse como titular en el equipo y de nuevo fracaso absoluto en la contratación de un delantero, como había sucedido en Segunda. Los fichajes de invierno no ayudaron al equipo y se prescindió de ellos al verano siguiente.
Luis Enrique llega al Celta por deseo de Carlos Mouriño, en esa época el modelo Barcelona era la aspiración de la directiva. La temporada acaba bien tras un sprint final en Liga, pero lo cierto es que el equipo vive al borde del descenso muchas jornadas siendo cuestionado el proyecto. El carácter de Luis Enrique no ayuda, arisco y parco en palabras la afición se divide entre los que le apoyan y quienes no. Pero la segunda vuelta es mejor, el Celta empieza a mostrar un buen juego y se termina en novena posición tras sumar 12 puntos de los últimos 15 ante rivales que no se jugaban nada.
Fontás: con la confianza absoluta de Luis Enrique, buena salida de balón pero muchas carencias defensivas, lento y poco contundente. Fue mejorando su aportación al equipo pero cuenta con un gran número de detractores debido a su candidez. Con Berizzo siguió siendo titular hasta que este año una grave lesión le ha hecho perder la temporada.
Rafinha: deseo de Luis Enrique y de Carlos Mouriño, volvía a Vigo un hijo de Mazinho, expectación máxima, floja primera vuelta con un estado de forma preocupante. La mano dura de Luis Enrique le hace reaccionar y cuaja un gran final de temporada.
Charles: el Celta logra por fin un delantero de garantías, buena operación de Torrecilla que se anticipa a sus rivales y cierra al brasileño en tiempo récord por una cantidad muy ajustada de dinero. 12 goles en 2.400 minutos.
Nolito: el gaditano iba dando tumbos por el mundo del fútbol, aún así Luis Enrique pide su contratación. Llega pasado de peso y mal de forma a Vigo y tarda en mostrar su nivel unos meses, pero en la segunda vuelta ya se intuía el nivel del extremo.
Aurtenetxe: lo había hecho bien con Bielsa en Bilbao, pero en Vigo fue un desastre, blando, muy torpe con el balón, lento para ser lateral zurdo, tampoco tenía nivel para ser central.
Íñigo López: llegó en el mercado de invierno, pocos minutos pero aceptables, se convirtió en un recambio de garantías para Cabral y Fontás.
Welliton: indescriptible es lo mejor que se puede decir de este brasileño que se había hinchado a meter goles en Rusia. El único jugador en la historia del Celta que jugó y ni siquiera tocó un balón. Su vida nocturna ocupaba las portadas que sus goles nunca pudieron hacer.
De nuevo más sombras que luces sobre la labor de Torrecilla, dos hombres claves esta temporada no son fruto de su gestión. Fontás otro de los titulares que llega nuevo tampoco, pero al fin acierta con un delantero tras pinchar en hueso con todos los anteriores. Aún así el Celta mejora otro escalón y se asienta en Primera.