El 10 de mayo de 1998 Mirolad Ratkovic jugó su último encuentro con el Celta, fue en el Carlos Tartiere ante el Oviedo, el año en el que el equipo se volvió a clasificar para disputar una competición europea 27 años después de su debut contra el Aberdeen.
El serbobosnio es uno de los jugadores clásicos del Celta de la década de los 90, llegó a Vigo en 1992 tras su buena temporada en el Estrella Roja, donde había logrado la Copa Intercontinental junto a Savicevic, Jugovic o Mihajlovic. Esa misma temporada llegaría también Gudelj, en el equipo estaba Juric y en las temporadas siguientes se ficharon a más jugadores balcánicos como Andrijasevic, Bajcetic, Bursac o Milojevic siendo uno de los mercados favoritos del Celta durante esos años.
Con Chechu Rojo en el banquillo el extremo zurdo llegaría a jugar la final de la Copa del Rey ante el Zaragoza en 1994 y participó en el equipo dirigido por Jabo Irureta que entró en Uefa en la temporada de su adiós al equipo en 1998, no tuvo la suerte de disfrutar, como su compañero Gudelj, de un partido en Europa con el Celta. Su último encuentro con el Celta fue en la jornada 37 de la temporada 1997-1998 donde entró al campo sustituyendo a Geli en el minuto 59, partido que se perdió por 3-1.
Ratkovic era un genuino extremo zurdo con muchísima calidad, no tenía unos grandes registros goleadores pero se ganó el cariño y respeto de la afición celeste, su vinculación con Vigo continua hoy en día. Tras su salida del Celta, jugó unos meses en Sevilla, después de esa experiencia volvió a su país, pero regresó a Vigo casi de inmediato, ocupando distintos puestos en el club. Fue coordinador de las categorías inferiores, participó en el equipo de veteranos de fútbol indoor y en día es uno de los ojeadores del equipo.