Beauvue, una apuesta arriesgada que acabó rota

Temporada muy complicada para Beauvue, el atacante abandonó el Olympique de Lion en el mercado invernal rumbo al Celta, un equipo en el que buscaba la tranquilidad perdida en uno de los grandes de la Ligue I. La apuesta económica fue brutal para las arcas celestes, 5,5 millones de euros más variables.

 
Esto hacía que se convirtiese en el fichaje más caro de la era Mouriño, desde el primer momento la afición se dio cuenta de su potencia física y capacidad de salto, pero técnicamente se trataba de un futbolista algo limitado, su fichaje tenía sentido si en el caribeño se quería encontrar un jugador que sustituyese a Santi Mina, un ariete reconvertido a banda derecha que se fuese por fuerza haciendo diagonales hacia el área.
Beauvue contó con la confianza de Berizzo desde su llegada, dándole la titularidad en la primera ocasión que tuvo, unas molestias le hicieron parar un par de jornadas, por lo que su progresión se estancó un poco más. Cuando iba mostrando su mejor versión, en su mejor partido de largo ante el Espanyol, la mala fortuna hizo que su tendón de Aquiles se rompiese.
En sus poco más de 500 minutos, Beauvue no destacó por su capacidad defensiva, con sólo 14 recuperaciones, realizó 6 despejes y perdió el 57% de los duelos disputados 55 de 97. En su faceta de creación muestra un pobre 68%, de los peores del equipo, sobretodo porque falló en 32 de los 107 pases en corto que intentó.
En el aspecto ofensivo el guadalupense se fue de su par en 6 de 16 regates, tiró a puerta en 10 ocasiones, 4 de ellas a puerta para anotar un gol. En la parte disciplinaria vio una tarjeta amarill, cometió 11 faltas y recibió 6.