Algo más de media hora tuvo Pione Sisto en su primer partido con la camiseta del Celta. El cuarto fichaje de la temporada lució el dorsal 11 en la espalda y actuó casi todo el tiempo como extremo derecho, aunque apareció mucho por el centro para pedir el balón. Aunque solo fue un amistoso contra el Pescara, el danés dejó detalles que auguran un buen porvenir.
Tal y como se esperaba, el danés no paró de moverse para recibir el mayor número de pelotas posibles al pie. Prácticamente dejó toda la banda derecha para Álvaro Lemos e intentó desatascar el ataque celeste con sus apariciones por la zona del mediapunta. Sus mejores acciones fueron en las pocas veces que se dejó ver por el costado izquierdo, donde consiguió desbordar con sus amagos y regates.
La primera vez que tuvo opción de disparo lo ejecutó con más potencia que precisión, aunque puso en aprietos al guardameta italiano. En el tramo final tuvo una gran ocasión para marcar, pero se dejó la pelota atrás tras controlar mal con la pierna izquierda. Como puesta en escena, Pione Sisto dejó buen sabor de boca a los aficionados celestes.
Del resto de incorporaciones solo fue titular Naranjo, que por fin marcó su primer gol con el Celta. Fue de lo poco que hizo en un discreto partido de casi todos los jugadores. Al mismo tiempo que Pione Sisto, entraron Álvaro Lemos y Roncaglia, que tampoco tuvieron demasiado protagonismo. El argentino dio su segunda asistencia de la pretemporada, aunque en esta ocasión fue de manera fortuita.
Entre los canteranos, Brais Méndez volvió a demostrar que su estilo de juego combinativo encaja a la perfección en la pizarra de Eduardo Berizzo. En el capítulo de decepciones, Drazic y Guidetti fueron los más desacertados.