El Celta roza la proeza en el Bernabéu
Durante muchos minutos el Celta vio como puntuar en el Santiago Bernabéu no era un sueño, pero se topó con la realidad a falta de ocho minutos para el final. El Real Madrid tuvo más ocasiones, pero no fue superior a un equipo vigués serio en defensa y algo timorato en ataque. Dos jornadas, cero puntos, sin embargo la imagen ofrecida es para ser optimistas.
Puede que por el pegajoso calor de la capital de España en agosto, la primera mitad se jugó a ritmo de encuentro amistoso. Solo alguna individualidad consigue romper el tedio ante una grada repleta de turistas. Los celestes se defendían con orden, aunque con el balón apenas conseguían desbordar. Solo Pablo Hernández consigue romper una línea de pase o regatear a un rival. El primer tiro de los de Berizzo no fue hasta el minuto 20 y lo hizo Wass de forma inofensiva.
Mediado el primer tiempo, Bongonda robó el balón en el centro del campo, se fue por velocidad de dos defensas, pero se nubló cuando pisó el área y su remate pegó en el lateral de la red. El belga falló en el tramo final de la jugada. Esta acción espoleó al cuadro blanco, que durante diez minutos fue un rodillo. Modric se puso en modo jugón y tras un gran quiebro al Tucu, se inventó un disparo lejano que pegó en el travesaño. Poco después, otro tiro del croata obligó a Sergio a realizar una buena parada. El siguiente en intentarlo fue Bale, pero su cabezazo no encontró portería.
En el tramo final, el Celta aprovechó una protesta al colegiado para calmar el partido y dominar por un rato el esférico sin generar peligro. Esta tendencia se mantuvo en el segundo tiempo, donde los vigueses pisaron con más peligro el área rival, aunque fallando el último pase. Los merengues respondieron lejano de Marco Asensio que detuvo Sergio en dos tiempos. Mejor estuvo el 'Gato de Catoira' para sacar una falta lanzada por Bale con una mano prodigiosa.
Sergio, de héroe a villano
Todo lo bien que estuvo el guardameta celeste con los brazos lo estuvo de mal con los pies. Un mal despeje suyo dejó a la defensa vendida y tras despejar un disparo a bocajarro de Asensio, no pudo evitar que Morata cogiese el rechace y marcase a placer el primero. El tanto no debió subir al marcador por fuera de juego del delantero blanco en la acción previa al primer remate. Sin apenas tiempo a reaccionar, un contragolpe deja a Morata solo ante Sergio, pero esta vez su disparo pegó en el poste. El Celta parecía noqueado hasta que apareció Orellana. El chileno recibió en la frontal del área y su derechazo superó a Casilla y entró pegado al poste. Gran tanto del mediapunta.
Zidane movió ficha rápidamente, pero el tiempo pasaba demasiado rápido para el Madrid. A base de centros laterales, los blancos ponían en serios aprietos a los gallegos. Sergio paró en dos tiempo un buen testarazo de Bale. Tanto fue la insistencia, que Kroos cazó un rechace en la frontal del área para batir al portero celeste con un disparo sutil con la derecha pegado al poste. El cuadro vigués subió líneas para recuperar el punto perdido, sin embargo no consiguió tener la oportunidad. Una pena. La lucha no tuvo premio.
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