Después de esperar todo el verano por un club de Segunda División, David Goldar se quedó sin equipo al cierre del mercado. Dos semanas más tarde, por fin el canterano del Celta encontró equipo, la Ponferradina, que milita en Segunda B, por lo que puede enfrentarse a su antiguo equipo hasta en dos ocasiones.
A la espera de que supere el reconocimiento médico, el defensa iniciará su primera aventura fuera del conjunto vigués y en un equipo que aspira al retorno a Segunda pese a su mal inicio. Su condición de sub-23 ha sido fundamental para encontrar club en una categoría donde es obligatorio cubrir un cupo de jugadores con ese requisito.
Goldar disputó 74 partidos con el Celta B en Segunda B y dos con el primer equipo en Primera. A pesar de su brillante pretemporada a las órdenes de Luis Enrique, el técnico asturiano prefirió a David Costas, lo que fue un mazazo para el de Portas. El central vio como hasta Diego Alende le superó en las opciones de Eduardo Berizzo, por lo que tenía claro que su etapa en el Celta debía llegar a su fin. Cuando terminó la pasada temporada, Goldar no aceptó la oferta de renovación del club y ahora deberá demostrar su mejor nivel en la Ponferradina para demostrar que se equivocaron al no apostar por él.