El Celta consiguió su primera victoria de la temporada ante un rácano e inoperante Sporting. El 2-1 refleja las dificultades que tuvieron los de Berizzo para llevarse los tres puntos ante un rival que vino a Balaídos a especular con el nerviosismo olívico. A falta de fútbol, las acciones individuales de los celestes permitieron salvar el choque mientras Berizzo espera a Orellana y Marcelo Díaz.
El mediocampo celeste cuenta con dos bajas fundamentales. Sin Orellana y Marcelo Díaz el Celta se ha convertido en un equipo lento, sin capacidad para cambiar la velocidad de la jugada y, sobretodo previsible. A los de Berizzo les cuesta sacar la pelota con criterio, Radoja con 78 pases fue el celeste que más tiempo tuvo la pelota, pero el serbio juega muchas veces hacia atrás, lo que obligó a Cabral y Sergi a iniciar muchas jugadas. Ante el Sporting se notó más por la pequeña contractura que sufrió Pablo Hernández al comienzo del choque, lo que le obligó a jugar de forma limitada y no cubrir tanto campo. Con la recuperación de Marcelo Díaz se espera una mayor capacidad de distribución.
Seguir hablando de la falta de Nolito es absurdo, pero el equipo necesita la mejor versión de Orellana para ser capaz de desequilibrar a las defensas rivales, sin tanto veneno en banda, aunque Sisto por fin dio los primeros destellos de calidad, el juego del Celta necesita de un mediapunta que ayude al delantero a no estar tan aislado del resto del equipo. Aspas bajó en infinidad de ocasiones a recibir la pelota, mientras Berizzo le reclamaba que no lo hiciese. Pero el de Moaña era una isla entre Babin y Amorebieta que nunca adelantaron la línea, y sin huecos, Aspas no es capaz de mostrar todo su fútbol.
Por sus propios méritos el Sporting de Gijón fue incapaz de generar nada, pero logró un gol y una ocasión de gol. El tanto, obra del croata Cop de penalti, llega tras un mal despeje en el área celeste la pelota acabó en el punto de penalti, Roncaglia pecó de inocente y derribó de forma clara al delantero rojiblanco cuando su disparo se antojaba complicado. El otro error es para un Sergi Gómez que resbaló en la primera mitad al darse la mediavuelta ante Afif, la acción acabó con un disparo desviado de Viguera que bien pudo suponer el primer gol del partido. Son acciones individuales, pero Berizzo deberá remarcar a los suyos que esos despistes acaban penalizando al equipo.
Cuando el Celta se puso por delante, Rossi esperaba en la línea de banda para entrar al campo. Hasta ese momento, salvo por el resbalón de Sergi, el Sporting no se había acercado a la meta defendida por Sergio. Los celestes rozaban el 70% de posesión y Berizzo apostó por introducir un cambio defensivo quitando a Sisto por Marcelo Díaz. Entre el cambio y el nerviosismo de los jugadores por defender el tanto de Mallo el equipo volvió a perder el equilibrio y retrasó su posición los metros suficientes para que el Sporting pudiese acercase a la portería olívica. Sorprendió el cambio de Sisto, cuando mejor rendimiento estaba dando, mientras que Bongonda seguía en el campo. Tras el empate, Rossi sí salió al campo por un mejorado Wass, pero desde el banquillo no se manejó la situación de la manera más óptima.