Las acciones del Celta se han convertido en objeto de deseo. Con la venta del club prácticamente cerrada, tras pactar los términos fundamentales del acuerdo, el entorno de Carlos Mouriño se ha lanzado a la compra de las participaciones del Celta en manos de los accionistas minoritarios. La intención es alcanzar el 90% del capital social mediante la adquisición de estos títulos con una posterior ampliación de capital.
Tanto Vigoe como La Voz de Galicia afirman que numerosos accionistas minoritarios han recibido ofertas por sus títulos. La compra más importante hasta la fecha es la adquisición de 1.500 de estas pertenecientes a una empresa, que no ha querido revelar su identidad, con un precio de 12 euros por acción. Según La Voz de Galicia algunos de los vendedores han recibido un ultimátum para vender sus títulos por debajo del valor nominal que tienen (10 €) explicándoles que en el caso de llevar a cabo un proceso de ampliación de capital por parte de Carlos Mouriño, su participación en el Celta tendría menos valor.
Tras el 52% que posee Carlos Mouriño, el siguiente grupo de accionistas posee el 13% del club, este está conformado por los futbolistas a los que se le pagó parte de la deuda en forma de títulos, son Diego Placente, Fernando Baiano o Contreras, otros como Fernando Sales procedieron a la venta de sus acciones hace ya mucho tiempo. La familia del vicepresidente Ricardo Barros tiene un 5% del conjunto olívico y este paquete accionarial entraría dentro de la venta al fondo de inversión chino.
Pero hay alrededor de un 20% del Celta que pertenece a los socios, unos 15.000 accionistas que es muy complicado que vendan sus títulos, de ahí la intención de realizar dos ampliaciones de capital, tal como anunció Onda Cero Vigo. El objetivo es que nadie, salvo el fondo de inversión, posea más de un 5% del club, ya que ese paquete accionarial da derecho a solicitar todo tipo de información o a la solicitud de fiscalizar cualquier tipo de decisión que tomen los nuevos propietarios.
El capital social del Celta es de 3,7 millones de euros, tras depreciar las acciones de 60 a 10 euros a finales de 2009. De esta manera, si Carlos Mouriño decide utilizar la deuda que el club tiene contraída con el Grupo Ges, y capitalizarla en forma de acciones, el actual presidente se haría con más del 70% del Celta.