Fue una noche perfecta. No fue un partido para el recuerdo ni el mejor del mundo, pero fue el necesario para que el Celta lograra el pase a los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League. El equipo celeste se impuso por 0-2 al Panathinaikos gracias a los goles de John Guidetti y Fabián Orellana y el Standard de Lieja no pasó del empate frente al Ajax. Cuando el colegiado Andris Treimanis pitó el final la alegría se apoderó de todos: jugadores y afición.
Los futbolistas del Celta que estaban en el banquillo saltaron corriendo al terreno de juego del estadio Apostolos Nikolaidis para abrazarse con sus compañeros. Tras saludar a los jugadores del cuadro griego, hubo más salto y alegría pero el éxtasis estalló cuando toda la plantilla se acercó a la zona en la que estaba ubicado un grupo de celtiñas. Juntos cantaron y festejaron el pase.
Después, la fiesta se trasladó al vestuario. Allí estaba toda la plantilla al completo, pues cabe recodar que Eduardo Berizzo decidió que fueran a Atenas sus 26 hombres, los 24 del primer equipo más Pape Cheikh e Iván Villar. La imagen que publicó Sergi Gómez en su Twitter es el fiel reflejo de la felicidad: