Misión cumplida, a pesar del pobre espectaculo ofrecido en Balaídos, el Celta ya está en los octavos de final de la Copa del Rey tras derrotar al UCAM Murcia en un aburrido choque donde los celestes no quisieron apretar el acelerador y los murcianos se vieron inferiores a su rival. Pocas conclusiones podrá sacar Berizzo de este partido donde lo mejor fue el gol de falta de Marcelo Díaz.
La Copa interesa y así lo demostró Berizzo en su convocatoria y en el once inicial. El entrenador no dudó y los Mallo, Cabral, Jonny, Radoja o Tucu salieron de la partida mientras que Lemos, Naranjo o Costas se tenían que conformar con ver el encuentro desde la grada, alguno de ellos saldrá en el mercado invernal en busca de los minutos que en Vigo no está consiguiendo. A pesar de la apuesta inicial el técnico pocas conclusiones pudo sacar de los primeros 45 minutos.
Un Celta inmensamente superior manejaba la pelota a su antojo, los murcianos esperaban detrás de la línea de mediocampo para iniciar la presión, esto facilitaba mucho la labor de distribución y solo algún error en la entrega provocaba las tímidas contras de los pupilos de Francisco. El Celta no sacaba provecho de la posesión y no lograba inquietar la meta defendida por Ribas, el primer disparo llegó pasado el cuarto de hora, Pione Sisto remataba de forma inocente tras deshacerse de Tekio. El danés y el lateral mantuvieron un interesante duelo en el que ninguno supo imponerse al otro.
Se tuvo que esperar a una de las primeras combinaciones donde el esférico sí se supo mover con mayor agilidad para ver el gol del Celta. Rossi recibía la pelota en la frontal y era derribado de forma muy clara por Morillas. El Chelo se encargó de botar la falta y su disparo acabó en el fondo de las mallas de Biel Ribas. Los de Berizzo ponían un gol más de ventaja en una eliminatoria aburrida. Intentó despertar el UCAM y cerca del descanso Jona tuvo la oportunidad de lograr la igualada, pero su falta de decisión delante de Sergio terminó con un centro raso cuando tenía el remate como mejor opción. El Celta se iba con un gol de ventaja a los vestuarios y con la tranquilidad de ver los octavos más cerca.
La segunda mitad comenzó de la misma manera, dominio del Celta con poca profundidad ante un UCAM que se seguía mostrando muy tímido en ataque. El ritmo del encuentro iba decreciendo de manera alarmante y con esa baja intensidad los de Francisco pudieron empatar tras un centro que remató con la cabeza un Vicente, libre de marca, en el minuto 60. Los universitarios se lo iban creyendo mientras que los vigueses parecía que ya estaban pensando en las vacaciones navideñas. Hasta el minuto 70 el Celta no compareció en el área rival cuando un centro de Mallo hacia el punto de penalti era controlado de forma defectuosa por Rossi. Vicandi señaló mano del italiano tras su mala recepción.
Tan aburrido y tedioso era el encuentro que los pocos aficionados presentes empezaron a silbar por el penoso espectáculo que estaban observando. El UCAM Murcia, con todas sus limitaciones, buscaba un tanto que les metiese en la eliminatoria, reaccionó la grada a los silbidos animando a un equipo que daba por bueno el resultado. Ni siquiera las entradas al campo de Wass y Bongonda mejoraron a los celestes . El objetivo estaba cumplido y los de Berizzo ya estaban pensando en el turrón. En el encuentro más aburrido de este 2016 la peor noticia fueron los silbidos con los que se llegó al final del choque tras un error de Sergi Gómez que no supo aprovechar Imaz.