El Celta deja todo para la vuelta
Partido norteño, disputado, de garra de esfuerzo donde la lluvia fue protagonista durante muchos minutos. Un duelo que acaba en tablas gracias a las actuaciones de Sergio y Pacheco y de la diosa fortuna que esta vez no quiso ayudar al Celta que estrelló dos balones a la madera. El Celta deberá buscar el pase a las semifinales en una vuelta que se convierte en una final para un cuadro el de Berizzo que no ha podido lograr irse con ventaja después de noventa minutos en Balaídos.
Con una final en juego nadie dudaba de que Berizzo y Pellegrino iban a apostar por sus onces de gala. La única duda era comprobar el estado físico de un Daniel Wass que tuvo que apurar los tiempos para llegar a la cita de Balaídos. El nuevo Celta de técnico argentino ha decidido apostar por un medio del campo más poblado donde Marcelo Díaz, Radoja y el 'Tucu' Hernández se reparten las labores de destrucción y generación de juego. El Celta quería la pelota y mandar en el partido, pero ante todo no deseaba encajar un gol, algo que estuvo a punto de lograr el Deportivo Alavés en los últimos minutos de la primera mitad.
Salió bien al campo el Celta, tenía la posesión de la pelota y aunque no llegaba con claridad a la meta de Pacheco si estaba mostrando una buena cara. Tranquilidad en el juego al que le faltaba esa pizca de velocidad que había demandado Berizzo en la previa. Un dominio sin apenas ocasiones que duró los veinte primeros minutos, en el haber ofensivo del Celta solo se puede apuntar un intento de Aspas hacia Daniel Wass que no se le vio cómodo durante este primer tiempo.
El Alavés muy bien plantado en el campo no sufría y se iba creciendo a medida que el juego celeste iba menguando. Los de Pellegrino hacían gala de su fama defensiva y de un orden en el campo que impedía cualquier jugada del Celta en ataque. Los celestes se iban desesperando y caían en las trampas de los vitorianos que trataban de romper el ritmo del partido con continuas interrupciones en las que siempre salían beneficiados ante la frustración de un Aspas completamente desasistido.
El cariz del choque se iba ensombreciendo a medida que el final de la primera mitad se iba acercando. Sin ocasiones los dos equipos parecía que daban por bueno el cero a cero pero los vascos sí encontraron agujeros en la zaga celeste que a punto estuvo de aprovechar Manu García con un remate de cabeza que solo la mano salvadora de Sergio libró a los de Berizzo de irse en desventaja al descanso. El Gato tenía que volver a intervenir en la siguiente jugada rozando con sus dedos otro buen centro de Ibai Gómez. El Celta salvaba en los últimos minutos los muebles en una mala primera mitad de los de Berizzo.
En la horas previas se avisaba del fuerte temporal que se avecinaba y las previsiones no fallaron. Lluvias torrenciales en el descanso que anticipaban una segunda parte de poco fútbol y mucha lucha. Y este segundo tiempo comenzó de la misma manera, posesión estéril del Celta y primeras ocasiones para el Alavés, de nuevo por medio de Manu García. Sergio se encontraba una pelota que casi se introducía Roncaglia en propia meta.
Aspas despierta al Celta
Y como no, tuvo que ser Aspas el celeste que levantó a un equipo y una afición que parecía anestesiado. Tuvieron que pasar 57 minutos para escuchar el primer huy a favor del Celta. Aspas a pocos metros de la línea de gol empalaba una pelota que le había llegado al segundo palo, pero Pacheco, en un alarde de reflejos pudo salvar a los suyos de encajar el primer tanto del partido.
Nueve minutos después, en el 65, Aspas destrozaba el balón con un potente disparo que acababa impactando en el larguero para desesperación del delantero celeste que iba a seguir creando más ocasiones cargando con todo el peso ofensivo del equipo. Pellegrino, consciente del peligro que estaba generando el Celta apostó por reforzar su defensa con la entrada de Vigaray.
Berizzo buscaba con Guidetti en el centro y Aspas en la derecha romper el partido pero de nuevo el cuadro vitoriano se volvía a meter en el encuentro para anular el ataque celeste que en el arreón final buscó el tanto que le permitiese irse a Mendiorroza con ventaja. La tuvo Guidetti de falta directa, pero Pacheco en dos tiempos desbarató la oportunidad del sueco en el 86.
El Tucu tuvo otra en un balón que puso Pione Sisto al segundo palo, el chileno muy forzado consigue conectar con la pelota pero esta acaba de nuevo impactando en el palo del Pacheco. Lo intentó un Celta que tuvo que tirar de garra para buscar un gol que no llegó y que los de Berizzo deberán buscaran dentro de una semana en Vitoria.
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