Fabián Orellana abandonaba Vigo el pasado 31 de enero con destino a Valencia en calidad de cedido pero con la obligación de compra por parte del club che si se daban determinadas condiciones, que en el momento de la transacción no fueron desveladas, aunque trascendió que estas no eran de difícil cumplimiento. Según ha desvelado el medio valenciano plazadeportiva, uno de estos condicionantes sería que el Valencia consiga la permanencia en Primera División.
Se trata de un condicionante que es bastante probable que se cumpla a pesar de a situación deportiva e institucional del equipo, ya que aunque el Valencia actualmente es décimo quinto con cuatro puntos de ventaja respecto al descenso y con un partido menos, el que se aplazó contra el Real Madrid porque el conjunto blanco se fue a Japón a disputar el Mundial de Clubes.
Tal y como ha transcurrido el campeonato hasta ahora, es probable que la lucha por evitar el descenso sea entre Osasuna, Granada, Sporting y Leganés, pero si la crisis del conjunto che se ahondase todavía más, podría tener repercusiones para el Celta: Orellana podría estar de vuelta en Vigo después de una cesión de seis meses si el Valencia bajara a Segunda.
El mismo medio desvela que hubo contactos entre los dos clubes en verano para la venta del jugador. En ese momento el Celta habría tasado el fichaje en 14 millones de euros y el acuerdo estuvo cerca de hacerse por unos 12 millones. Las cifras que se han manejado en este mercado invernal han sido drásticamente inferiores tras el conflicto con Eduardo Berizzo y la transacción ronda los 1,8 millones.
Desde su llegada a Valencia, Orellana ha participado en los dos encuentros que ha tenido el conjunto che en este mes de febrero. Debutó contra el Eibar el día 5, disputando toda la segunda parte en un partido nefasto para su nuevo equipo (0-4) y en Sevilla, contra el Betis, fue titular y disputó 80 minutos (0-0)