El Celta sobrevive a la locura impuesta por Jaime Latre

El Celta logró agridulce empate tras el polémico arbitraje de un Jaime Latre cuestionado desde el comienzo del partido. Tras una primera parte completamente loca, la expulsión de Fontás obligó al Celta a plantear un partido práctico. Con uno menos siguió siendo mejor el conjunto vigués ante un Espanyol rácano y complaciente. Los de Berizzo se merecieron algo más en un encuentro jugado a la perfección.

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Los pocos asistentes a Balaídos disfrutaron de un espectáculo digno de la apuesta ofensiva de ambos equipos. Ni Celta ni Espanyol salieron a especular en unos maravillosos 45 minutos de bendita locura. Poco duró la tregua en el castigado césped del coliseo vigués. Jonny inició las hostilidades al cuarto de hora cuando se hizo con un rechace tras disparo de un sensacional Aspas. El lateral, solo, pero en una posición un tanto forzada remató desviado.
El Celta disfrutaba de una momentánea superioridad numérica por la lesión de Navarro que tuvo que ser sustituido por Javi López. No tardaron en llegar los goles, en once minutos de auténtica locura los porteros tuvieron que recoger el esférico de sus redes hasta en cuatro ocasiones, dos por cada bando. El primero es una nueva obra magistral de Aspas que con un ajustado lanzamiento al palo batió a un impotente Diego López. Se ponía bien el partido pero tras una falta de Fontás en la frontal es Espanyol lograba arrancar un córner que acabaría en la cabeza de Gerard Moreno para lograr la igualada, siete minutos le duró la ventaja al Celta.
Esa falta sería el principio del fin para Fontás, pero antes Wass volvía a poner a los suyos por delante con un misil teledirigido desde fuera del área que entró por toda la escuadra, el danés volvía a mostrar su olfato goleador jugando de mediapunta. Peor de nuevo el Espanyol reaccionó con otro gol, solo dos minutos después, en el 32 Caicedo prolongó al segundo palo para que Piatti fusilase por debajo de las piernas a Rubén. Fueron once minutos de locura y goles que anticipaban un bonito espectaculo para la segunda parte.

Expulsión de Fontás

Para completar la locura de esta primera mitad faltaba la irrupción de Jaime Latre, al aragonés se le estaba discutiendo desde la primera amarilla a Guidetti por protestar. El colegiado estaba siendo muy riguroso con el Celta y en una contra conducida por Hernán Pérez Fontás se va abajo con el brazo en alto. Latre señala la amarilla y acaba expulsando al defensor celeste para indignación de todo el estadio y del cuerpo técnico. En esas protestas también cayó Marcucci, el segundo entrenador del Celta. Los vigueses tendrían que sobrevivir con uno menos toda la segunda mitad.

La vida con uno menos

El comienzo del segundo acto en nada se pareció a lo visto en la primera mitad. Celta y Espanyol salieron tranquilos al campo. Guidetti se quedó en la caseta para dar entrada a Sergi Gómez. Reaccionaba Quique Sánchez Flores con un cambio ofensivo, Jurado sustituía a Javi Fuego. No cambiaba el guión la modificación del entrenador perico. El Celta seguía aguantando sin agobios el resultado aunque poco a poco iba cediendo la iniciativa del juego al Espanyol.
Los celestes, agazapados, buscaban el tanto por medio de una contra nunca era lo suficientemente clara. Wass disfrutó de la mejor ocasión en el 65, pero tras un control acertado no es capaz de engatillar su pierna a escasos metros de Diego López. Latre seguía desesperando al Celta y le tocaba el turno a Marcelo Díaz mientras dejaba que el Espanyol atacase con dos pelotas sobre el campo. Tan poca sensación de peligro daba el conjunto catalán que el Celta se iba creciendo y era de nuevo Aspas el que probaba a Diego López en el 70, pero su remate al primer palo era despejado por el meta gallego.

Jaime Latre entra de  nuevo a escena

Balaídos se volvía a desperar con un Latre que perdonó la segunda tarjeta a Hernán Pérez tras una falta sobre Cabral. Tan bisoño era el cuadro perico que la primera ocasión de gol fue en el 76 cuando Piatti enganchó con su pierna el esférico, pero su remate, mordido, acabó por encima del larguero. Berizzo dio entrada a Jozabed y el Celta se adueño del balón por completo ante la nula presión del Espanyol. Le faltaban fuerzas a los celestes para ir a por la portería perica pero no se sufría mientras el reloj seguía avanzando.
Cuando el partido estaba a punto de concluir Aspas reclamó una mano muy clara de David López, pero las protestas del moañés no sirvieron de nada y Jaime Latre indicó que el juego  tenía que continuar. A los de Berizzo le pesaba el esfuerzo de una segunda parte donde habían sido superiores a pesar de contar con uno menos y Radoja pedía el cambio mientras que Rubén necesitaba ser atendido por los servicios médicos. En el descuento Aspas volvió a tener otra oportunidad para lograr la machada, no lo logró pero nadie puede pedirle más a este equipo que con uno menos fue merecedor de una victoria que escamoteó un mal arbitraje.

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