Berizzo y Orellana, frente a frente

Este jueves el Celta visita el estadio de Mestalla para jugar contra el Valencia CF y seguir con su escalada en la lucha por la séptima plaza. Más allá de esto, el encuentro tiene un toque especial por ser la primera vez que Eduardo Berizzo y Fabián Orellana se van a ver las caras tras la salida del chileno de la disciplina celeste. El reencuentro entre el 'Poeta' y el 'Toto' va a ser posible porque a pesar de que el jugador está cedido, el Celta no incluyó en el contrato la famosa cláusula del miedo. 

Este hecho lo aprovechó el Valencia CF para hacerse con un jugador que no podía estar más tiempo en el vestuario celeste Será un nuevo capítulo de una relación rota e imposible después de que el técnico argentino apartase al centrocampista por una falta grave e inaceptable de respeto, que tuvo el total respaldo de la entidad olívica y que obligó a la salida de Orellana del Celta. "Mi decisión se la he trasladado al club y consensuadamente decidimos apartarlo del equipo. A partir de ahora el club defenderá sus intereses. Conmigo no pertenece más a este equipo", indicó por entonces Berizzo.

El desenlace final

Orellana y Berizzo ya habían tenido sus más y sus menos esta temporada, pero todo estalló el pasado 9 de enero. Ese día Fabián recibió el alta médica, justo a tiempo de jugar el encuentro de vuelta de la Copa ante el Valencia en Balaídos. Con el ok del jugador y de los servicios médicos, el 'Toto' quiso aclarar la situación con él y fue entonces cuando todo explotó y se ha llegado a la situación actual. 
Bonano le dijo a Orellana que tenía que ir a hablar con Berizzo a su despacho y le respondió con un "que se vaya a cagar. No voy" Según el Faro de Vigo, tras el entrenamiento el técnico envió a Roberto Bonano al vestuario para pedirle a Orellana que se reúna con él en su despacho. El ayudante de Berizzo va de inmediato y delante de toda la plantilla le comunica el mensaje del míster. La respuesta que recibió Bonano fue contundente y en un tono suficientemente alto como para que todos sus compañeros lo escucharan: "Que se vaya a cagar. No voy". Tras esto, Orellana se duchó, se montó en su coche y se fue de A Madroa sin ir a hablar con su entrenador.
Después de todo esto, el Celta le buscó destino de forma inmediata y el centrocampista acabó en el Valencia y sin cláusula del miedo. Por lo tanto, este jueves se verá con Berizzo, pues el exjugador celeste es habitual en el once de valencianista casi desde que llegó. Desde entonces, ha dejado alguna que otra muestra de su calidad, como su gol al Madrid o su asistencia frente al Athletic, pero también de su peor versión con la expulsión por doble amarilla contra el Alavés. 

Así explicó Orellana lo ocurrido

Cuando la bomba estalló, el chileno salió en defensa propia, asegurando que "lo que dicen los periódicos no es cierto, no mandé a nadie a cagar". Además, asegura que su intención no era la de irse del Celta: "No ha pasado esto por querer irme del club. Jamás he querido salir".
Orellana explicó brevemente lo sucedido durante los últimos días antes de que Berizzo decidiera apartarle de forma definitiva de la disciplina celeste: "Ha sido un hecho personal, no grupal. Solo quiero que el Celta gane al Real Madrid y los aficionados lo disfruten. Esta no es la forma en la que quería irme de aquí".