Celta-Real Madrid, ¿qué ha cambiado de febrero a mayo?

Este miércoles 17 de febrero se disputará el partido aplazado entre el Celta y el Real Madrid. El choque debería haberse disputado el primer fin de semana de febrero, pero un temporal arrasó Galicia y causó destrozos importantes en la cubierta de la Grada de Río. A pesar de las presiones del club merengue, el ayuntamiento vigués se mantuvo firme asegurando que en Balaídos era peligroso celebrar el partido. 

En la jornada 20 el Real Madrid era líder destacado con 46 puntos, cuatro de ventaja sobre el Barcelona. El Celta peleaba por los puestos europeos con 30 puntos, a sólo cinco de la quinta posición ocupada por la Real Sociedad. Los celestes venían de empatar a cero en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey. Esta fue una de las claves del acoso y derribo programado por la llamada 'Caverna Mediática' para que el choque se disputase ese sábado 4 de febrero.
Berizzo iba a apostar por la segunda unidad del Celta, lo que facilitaría el partido al Real Madrid, pero este 17 de mayo, salvo por la incógnita de Radoja, el Celta saltará al césped de Balaídos con el equipo titular. Los de Berizzo no están terminando bien la temporada, además del palo anímico que supuso la eliminación ante el Manchester United, los resultados en liga no han sido buenos.
La plantilla llega a este choque muy cansada, mientras que en febrero se encontraban en uno de los mejores momentos del año tras firmar un mes de enero brillante. En ese mes el Celta seguía vivo en las tres competiciones, mientras que el Real Madrid ya había sido eliminado por el Celta de la Copa del Rey. En estos momentos, los vigueses sólo se juegan su orgullo, mientras que los merengues están ante el momento más importante de la temporada, con la Liga y la Champions en juego.
El encuentro servirá para homenajear a la plantilla tras rozar la hazaña de llegar a la final de la Europa League. La tensión ha ido disminuyendo, pero en Vigo hay ganas de revancha tras el trato recibido esa primera semana de febrero. Un día festivo, el 17 de mayo, una afición que quiere dar gracias a los suyos y la posibilidad de complicar la vida a los merengues, el Celta quiere recuperar su mejor versión.