Es Noticia

Despedirse como un señor o como un villano, cuestión de estilo

Alberto Bravo

Este lunes a las 12.00 de la mañana Pape Cheikh ponía punto, tal vez y seguido, a su trayectoria en el Celta de Vigo. El senegales, aunque internacional por España, reunió a los medios de comunicación para leer unas palabras llenas de amor a unos colores. Pape se emocionó, rompió a llorar y pidió unos minutos para responder. Sus palabras estaban llenas de un sentimiento que comenzó a vivir en 2013, su despedida será recordada, otras también lo fueron, pero por lo negativo.

 
No hace tantos años de la salida de Santi Mina del Celta, el Valencia depositaba 10 millones de euros por el delantero que "no dude en coger el primer avión", una frase que dolió en la afición celeste, más de un canterano, de un futbolista nacido en Vigo, que mamó A Madroa desde su infancia. No como Pape que llegó a España para jugar en el Montañeros coruñés.
Pape llegó el 31 de marzo de 2013 a Vigo, al Celta, solo unos años después se despide del equipo "que me dio la vida", esa es la diferencia. Dos frases contrapuestas, antagónicas que reflejan el sentir de uno y otro canterano, dos de las mejores ventas del Celta en toda su historia. Pape Cheikh se va con el amor, el cariño y el reconocimiento de una afición que le desea suerte.
La carta posterior, tarde y casi obligada de Santi Mina despidiéndose, enfureció más a una hinchada que soñaba con nuevo goleador criado en la cantera. Santi no supo despedirse del Celta, de su afición, un sencillo acto que le hubiese valido para irse como un 'señor', algo que Pape sí ha hecho.
Al vigués, al canterano criado en A Madroa, no se le tiene ese cariño, incluso se le silba cuando regresa a Balaídos. Solo hay una razón, una actitud, una manera distinta de hacer las cosas, una elegancia al despedirse, esa es la diferencia entre Pape y Santi Mina. 

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar