Después de una semana convulsa por la tarjeta amarilla que finalmente no le fue perdonada, Iago Aspas reconoce en una entrevista a Atlántico Diario que no se siente perseguido por los árbitros, aunque sigue pensando que fue injusta la tarjeta.
Pese a la polémica surgida por el tweet que publicó en relación a la resolución del comité, Aspas asegura que su relación con los árbitros "ha mejorado mucho en los últimos años sobre todo por mi carácter".
Además de hablar sobre la tarjeta, el delantero de Moaña también repasó la actualidad del club. Cree que poco a poco se van a ir aclimatando al sistema de Unzué, que dista mucho del que proponía Berizzo. "Veníamos de tres años, bueno yo dos, trabajando de una manera diferente y es normal que haya matices en los que mejorar", indicó.
Iago es una de las piezas claves del proyecto del Celta que se ha ido consolidando en los últimos años, y que este año ha dado un paso más con la incorporación de Emre Mor que ha supuesto un gran desembolso para el club. "Es un grandísimo futbolista. Con el paso del tiempo se irá aclimatando, cogiendo el idioma y el estilo de juego del equipo irá a mejor. Veremos si vale los trece millones o no", comentó.
También tuvo palabras para Maxi Gómez, del que cree puede aportar mucho al equipo. "Es un jugador aguerrido, fuerte, que nos da muchísimo. Sobre todo, cuando estamos un poco más ahogados al poder luchar esos balones de espaldas", apuntó.
Por último habló sobre su situación en la selección y sobre la posibilidad de ir convocado con España al Mundial de Rusia que cree que "sería un premio a haber trabajado duro durante todos estos años".