Orgullo celeste contra un Atlético afortunado y ramplón

Nada se le puede achacar a este Celta, los de Unzué fueron valientes, protagonistas y merecieron mejor suerte ante un Atlético de Madrid ultradefensivo que se encontró el tanto de la victoria en un saque de esquina. Un Balaídos, con solo 12.789 personas supo reconocer el trabajo de los suyos. No hubo victoria, ni siquiera un empate, pero con este Celta sobran motivos para sentirse identificado y orgulloso.

 
El esguince de tobillo de Emre Mor obligó a Unzué a prescindir de inicio de turco, lo que volvía a relegar a Aspas a la banda derecha, donde se iba a enfrentar con Lucas Hernández. Maxi Gómez, tras su sanción ante Las Palmas regresaba al once demostrando que, actualmente, en las preferencias del navarro está por encima de Guidetti.
Pero la actualidad deportiva se mantuvo en segundo plano hasta el pitido inicial debido al cierre de la Grada de Río, lo que provocó que 8.000 seguidores celestes se quedasen sin poder disfrutar, en directo, de uno de los partidos más atractivos de toda la temporada. Comportamiento ejemplar de una afición que prefirió homenajear a los héroes anónimos que salvaron a Galicia de las llamas que de acordarse de Tebas o LaLiga Santander por no suspender el encuentro.
Fiel al guión previsto el Celta salió con ganas de tener la pelota, de mandar en el choque ante un Atlético reservón. No tardó en avisar Aspas con un disparo desde la frontal que atrapó Oblak. Los colchoneros buscaban un robo de pelota con el que lanzar a Gameiro y Griezmann hacia la meta defendida por Sergio.
Los de Unzué, al contrario de lo que dicta la teoría, metían el miedo en el cuerpo a los de Simeone con el balón parado. En el 17 Oblak tuvo que tirar de reflejos para salvar una buena cabezada de Sergi Gómez tras un saque de falta, desde la banda izquierda, de Pione Sisto. El Celta martilleaba la defensa rojiblanca también desde la derecha con otro saque de falta, esta vez de Wass, que remató 'El Tucu'.

Reacción colchonera

Del Atlético de Madrid no se supo nada hasta el minuto 25, pero tras un centro de Juanfran hacia Griezmann y un disparo del francés que mandó Sergio a córner llegó el tanto de los madrileños. En el saque de esquina, tras una dejada de Godín en medio del área, el más pillo de todos, Gameiro, anotaba su primer tanto en liga.
El Celta, muy superior hasta ese momento asistía impotente al tanto colchonero logrado en una acción a balón parado. El gol no cambió la dinámica del choque, los vigueses seguían abusando de la posesión buscando un hueco en la poblada zaga rojiblanca que planteaba dos líneas muy juntas que impedían a los de Unzué llegar con claridad a la meta de Oblak.
Buscaron el tanto del empate hasta el final, teniendo Wass, en minuto 43 una de las más claras tras una pérdida de Thomas. El Atlético buscaba contemporizar el partido con constantes interrupciones, lo que le valió, a pesar de asedio celeste, llegar con ventaja al descanso.
Tras un descanso marcado por el recuerdo a los fuegos que asolaron Galicia y los gritos de 'Nunca Mais' el partido regresó sin cambios en el guión. La pelota para el Celta, que en estos primeros minutos se mostraba carente de ideas y el Atlético esperando su momento.

Aspas prueba a Oblak

A los seis minutos de la reanudación una internada de Pione Sisto acabó con un rechace rojiblanco que recogió Aspas. El moañès preparó su pierna y buscó el palo de un Oblak que volvió a demostrar porque está considerado uno de los mejores metas del mundo. Apretaba el Celta que en una contra cortada por Gabi con una falta al borde del área levantaba a Balaídos de sus asientos.
De nuevo Aspas preparaba su pierna izquierda, con un magistral lanzamiento de falta impactaba la pelota en el larguero en la que era, hasta el momento la mejor ocasión del Celta en el partido. Simeone movía su banquillo dando entrada a Gaitán por Gameiro para reforzar su mediocampo. Tras una mano de Gabi no señalada por Munuena Montero, Simeone sustituyó a su capitán por Giménez. 
El Atlético se blindaba para afrontar los últimos 25 minutos del encuentro mientras que Unzué seguía sin mover alguna de sus piezas mientras el equipo encontraba más y más dificultades para acercarse a la meta colchonera.

Doble cambio

En el minuto 71 Unzué realizaba una doble sustitución, entraban Emre Mor y Guidetti, los que abandonaban el campo eran Cabral y Wass. El Celta ponía a toda su artillería sobre el césped desprotegiendo su defensa. Apostaba por la remontada con Emre Mor en la zurda, que en su primera acción destrozó a Juanfran para dar un pase al que no llegó Guidetti por centímetros.
Maxi, desaparecido en todo el encuentro tuvo la suya en el minuto 75, tras un gran centro de un Pione Sisto desplazado a banda derecha, el uruguayo logró bajar la pelota y solo la intervención de Juanfran evitó el empate.  Guidetti, tres minutos después remató algo desviado. El Celta, con un 3-2-3-2 asediaba a la defensa madrileña.

Emre 'Maradona' Mor

Las opciones del Celta pasaban por el turco, que estaba destrozando, con su facilidad para el regate, a los defensas rojiblancos. Regate en carrera y centro, uno de ellos cortado con el brazo de Giménez. Simeone daba entrada a Filipe Luis para tapar a un Emre Mor brillante. Con todos sus defensores en el campo el Atlético aguantó hasta el final ante un Celta valiente que mereció mejor premio. Guidetti, de tacón, en el descuento estuvo a punto de hacer justicia.

Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com