Le ha costado tiempo, esfuerzo y muchos, muchos minutos, pero Pione Sisto se ha ganado un puesto de titular en los planes de Juan Carlos Unzué. Sacando a relucir su desborde, su velocidad y su capacidad de gol por las que el Celta se fijó en el futbolista danés el pasado curso, es en esta temporada cuando el extremo está explotando al máximo sus cualidades.
No ha tenido una vida fácil el atacante celeste. Sus padres proceden de Sudán del Sur, país del que se vieron obligados a huir durante una guerra civil que azotó con fuerza poco tiempo antes de que Pione llegara al mundo. Lo hizo en Uganda, donde sólo pasó dos meses antes de que sus padres emigraran a Dinamarca en calidad de refugiados de guerra. Una vez en el país nórdico, el futbolista comenzó a forjar su leyenda.
Con tan sólo 17 años debutó en el primer equipo del club más importante de la ciudad, el FC Midtjylland, donde fue avanzando progresivamente y sacando a la luz sus mejores cualidades. Fue elegido el 'mejor jugador del año' por la Asociación de Fubolistas de Dinamarca y, a raíz de su evolución, recibió sendas ofertas del Celta y del Ajax de Ámsterdam. Ese año debutó con la selección absoluta danesa tras varios partidos con la sub 21 después de que le convencieran para obtener la nacionalidad danesa.
Sus comienzos en el Celta tampoco fueron idílicos. Tardó en hacerse con un puesto fijo en el extremo derecho, pero cuando lo hizo y se empapó de la dinámica que imponía Eduardo Berizzo, logró ser decisivo en el histórico pase del equipo olívico a semifinales de la UEFA Europa League, poniendo el gol del empate con el que empezó la remontada ante el Genk en la ida en Balaídos, así como el tanto del empate en la vuelta que dejaba definitivamente a los belgas fuera de la competición.
El danés ha dado comienzo en esta temporada a su mejor momento como futbolista. En tan sólo 11 partidos, Pione se ha colocado como máximo asistente de LaLiga Santander con siete asistencias y tres tantos que lo sitúan como tercer máximo goleador del cuadro celeste por detrás de Iago Aspas y Maxi Gómez.
El danés de ébano está brillando con luz propia y se espera que su luz siga expandiéndose durante toda la temporada hasta alcanzar cotas de oro en este curso.