El delantero del Real Zaragoza cedido por el Celta, Borja Iglesias, ha sido denunciado por LaLiga Santander debido a la celebración de su gol en el encuentro ante el Nástic de Tarragona. Según el comunicado de la institución, el ariete se dirigió "hacia la grada situada tras la portería, donde se ubican aficionados locales, sobre colocándose su dedo índice sobre sus labios, en señal de silencio".
Este gesto, considerado "ofensivo" podría acarrearle la sanción de uno a doce partidos. Javier Tebas ya advirtió de que ese tipo de celebraciones, que pudieran suponer una "provocación", serían llevadas al Comité de Competición. Este martes, a través de una nota informativa, LaLiga Santander ha cumplido con las palabras de su presidente.
En el escrito, la Liga Nacional denuncia que "en el minuto 59 del partido y tras anotar el jugador nº 9 del equipo visitante, Borja Iglesias, el segundo gol del encuentro, el propio jugador en la celebración del gol se dirige hacia la grada situada tras la portería, donde se ubican aficionados locales, sobre colocándose su dedo índice sobre sus labios, en señal de silencio". Así pues, todo queda en manos del Comité, que sancionará o no a Borja Iglesias.
También, el informe añade que Borja, tras la finalización del partido, en declaraciones en la zona de prensa, manifestó, en relación con la celebración del gol que: "Fue duro escuchar toda la noche, sin motivo alguno, insultos personales y alusivos a mi familia. Si a alguien le ha parecido muy mal, pues le pido perdón". En este sentido, la posible sanción al futbolista puede variar:
"Las posibles sanciones para esas provocaciones varían en función de si concurre esa conducta configuradora del tipo infractor: que la provocación obtenga el propósito perseguido de provocar la animosidad del público. Si se produce, se sancionará al infractor con suspensión de cuatro a doce partidos; si no se obtiene la animosidad del público, la suspensión será de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes. Esto siempre que el Comité considere que la celebración denunciada supone una provocación al público".