Un encuentro para olvidar de todo el Celta, casi nadie se salva de la quema a excepción del más joven de todos los jugadores, Emre Mor. El internacional turco fue el único rayo de esperanza del equipo en Montilivi, capacidad de desborde, velocidad y regate. No tuvo éxito pero es la única noticia positiva de una noche aciaga.
De sus botas partieron las mejores, casi las únicas, jugadas de ataque del equipo. El talentoso futbolista le puso ganas, estuvo acertado en muchas de sus decisiones y generó peligro gracias a las enormes cualidades que tiene con un balón en los pies.
Unzué valoró de forma positiva el encuentro de su pupilo alabando su capacidad para disputar todo el choque: "Ha tenido la actitud y el ritmo de aguantar 90 minutos", reconoció el técnico pamplonés que cree que Emre Mor "está creciendo" aunque sea "un chico muy joven".
Con la actuación de esta noche, el navarro aseguró que "no voy a perder la paciencia", explicó. Unzué tiene claro que Emre Mor"irá teniendo más nivel y efectividad", en un momento en el que Pione Sisto ha perdido el nivel con el que comenzó la temporada.