El Celta se deja en los últimos cinco encuentros cuatro puntos

La mala racha de resultados, unido a un momento de juego muy mejorable, han colocado al Celta en undécima posición, en el furgón de cola de los equipos que aspiran a pelear por la séptima plaza. Unzué siempre solicitó paciencia para que el equipo se empapase de sus conceptos, pero este Celta recuerda al del principio de la temporada, con un juego plano y lento, que al que logró, durante diciembre y enero 13 de 15 puntos. La involución es clara, los resultados en los últimos encuentros reflejan esa tendencia.

 
En los choques ante el Espanyol, Deportivo Alavés, Getafe, Éibar y Girona los vigueses han sumado 4 de 15 puntos en un balance de 1 victoria, 1 empate y 3 derrotas. La teoría dice que son conjuntos vencibles, sólo los verdiblancos tienen un presupuesto mayor que el Celta, mientras que Getafe y Girona, a pesar de su buena campaña, son dos recién ascendidos. 
En estos cinco choques los de Unzué han logrado 8 goles a favor, pero en dos encuentros, justo ante los recién ascendidos, no han marcado ni un solo tanto. Por contra, los celestes han encajado 10 goles, ya que sólo ante el Éibar, más por demérito armero que por eficiencia defensiva, Rubén Blanco dejó su meta a cero.
En la primera vuelta, con el equipo menos hecho, o al menos eso es lo que predicaba Juan Carlos Unzué, el Celta sumó el doble de puntos ante estos mismos rivales. En los cinco choques se lograron 2 victorias, 2 empates y 1 derrota, ante el Espanyol en Cornellá.
El equipo mantuvo su meta a cero ante el Alavés y Éibar, sumó 10 goles a favor por los 6 en contra que recibió, un balance que también es superior al logrado en esta segunda vuelta donde el equipo se ha vuelto a estrellar contra los rivales que proponen un fútbol más rocoso, al que Unzué no ha sabido, hasta el momento, meterle mano.
El Celta mueve sin profundidad la pelota, apenas hay cambios de ritmo, con marcadores en contra en los últimos minutos no es capaz de asediar la meta rival lo que denota cierto cansancio o mala preparación física. La posesión no les está garantizando la obtención de puntos y la fragilidad y los errores defensivos han vuelto a hacer aparición de forma continua en cada partido lo que ha provocado este déficit respecto a la primera vuelta.