A pesar de la remontada final, la escasa afición que acudió al estadio de Balaídos para presenciar en directo el partido entre el Celta de Vigo y Las Palmas no estaba nada satisfecha con la actuación de su equipo, tal y como demostró tras el gol de Erik Expósito con una sonora pitada dirigida a los jugadores y a Juan Carlos Unzué. Según denuncian algunos aficionados celestes, Rubén Blanco recriminó al respetable sus protestas.
A tenor de los relatos de los seguidores celestes situados tanto en la grada de Marcador como en Río Bajo, Rubén se acercó, tanto después del gol de Pablo 'Tucu' Hernández que suponía el 2-1 final como al indicar De Burgos Bengoetxea el final del partido, señalando de forma airada que las protestas no estaban fundadas.
Los seguidores del Celta reclaman al guardameta de Mos que controle sus recrimininaciones por quejarse de las actuaciones de su equipo y que no debería reaccionar así aunque reciba 'música de viento' desde las gradas de Balaídos.
La que ha liado Rubén al acabar el partido encarandose con la grada durante un buen rato. Estamos para callar, no para recriminar a la afición.
— David Penela (@DavidPenela) 5 de marzo de 2018
Ten razón Rubén. Os partidos duran 90 minutos. Non é de boas aficións asubiar ao teu equipo pq o rival che marque o 0-1....