La nada, esa es la única valoración del Celta en Butarque. Un sólo remate con peligro en noventa minutos ante un Leganés que sobrepasó a los vigueses de principio a fin como si ellos fuesen los aspirantes a Europa. Una nueva oportunidad perdida en una jornada que se presentaba propicia para acabar siendo pésima debido a la penosa imagen de los de Unzué.
Guerrero, con un remate desviado cuando muchos espectadores aún estaban ocupando sus localidades y Aspas, con un magistral cabezazo daban ritmo y vida a un disputado comienzo en Butarque. La parada de Cuellar, sobresaliente, impedía al moañés lograr en el minuto 13 marcar su gol número 20 en liga, lo que supondría superar la mejor marca de su carrera.
Minutos antes era Brais Méndez el que se pudo quedar solo ante el meta del cuadro madrileño pero el línea de Hernández Hernández señaló un fuera de juego inexistente. La presión del Leganés impedía a los de Unzué dominar el encuentro con claridad e imponer su mayor calidad.
En medio de la batalla por el control del juego el Leganés gozó de una gran oportunidad a balón parado. Una falta lateral botada en el minuto 27 el griego Siovas se anticipó a la zaga celeste para rematar, desde el punto de penalti, sin oposición.
Los servicios médicos de Leganés y Celta tuvieron que atender a un aficionado en la grada que sufrió un desmayo debido a una bajada de tensión.
Sergio Álvarez tiró de reflejos para tocar lo justo el balón y desviar el remate del central pepinero. Entre el de Catoira y el larguero los de Unzué se libraron de encajar el primer gol del partido.
El Leganés volvía a gozar de una nueva falta lateral, en esta ocasión, el centro de Omar Ramos, directo al segundo palo se fue por línea de fondo.
Un grave error de Cabral en el pase estuvo a punto de salirle muy cara al Celta, Eraso muy atento, se hizo con la pelota y buscó a Guerrero ya en el área viguesa. Sergi enmendó el fallo del argentino al cortar el pase al ariete pepinero. El Leganés apretaba en los últimos minutos de la primera mitad y Zaldua gozaba de otra oportunidad en el 40.
El lateral diestro local probaba suerte con un ajustado remate desde la frontal del área que obligaba a Sergio a una gran estirada abajo para mandar el esférico a córner. La presión impuesta por Asier Garitano a los suyos estaba acogotando al Celta en su campo que recibió el pitido de Hernández Hernández con alivio.
Unzué decidió dar una vuelta de timón en el descanso retirando a Brais Méndez para dar entrada a Maxi Gómez. Nada cambió, el Leganés seguía poniendo más ganas y gozando de las ocasiones. Sergio tuvo que volver a salvar a los suyos por tercera ocasión mientras que sus compañeros no eran capaces de pasar la línea de mediocampo.
La versión menor del Celta reaparecía en el tramo inicial de la continuación y los locales atosigaban al meta de Catoira que se tuvo que quitar de encima un regalo envenenado de Lobotka, que protagonizaba un pésimo encuentro. En ataque, salvo un remate forzado de Sergi Gómez, no había noticias de los de Unzué.
El Zhar se zafaba de Jonny pasados los quince minutos de la continuación y encontraba a un Guerrero que se había anticipado a la marca de Cabral para batir por bajo a Sergio. En esta ocasión Sergio nada pudo hacer ante el remate del ariete pepinero que dos minutos después pudo anotar el segundo de su cuenta particular de cabeza.
Juan Carlos Unzué quemaba sus naves dando entrada a Radoja y Emre Mor por Lobotka y Pione Sisto cuando al Celta le quedaban veinte minutos para sacar algo positivo de Butarque. La segunda llegada del Celta en la segunda mitad llegó en el minuto 77. Siovas mide mal su salto y permite que Aspas prolongue con su cabeza la pelota a un Daniel Wass que remató muy mal con su zurda.
Con más corazón que juego el Celta buscaba el empate mientras el Leganés seguía mostrando su solidez en Butarque. Salvo algún intento de Emre Mor el resto de atacantes vigueses estaban desaparecidos. La incidencia de Maxi Gómez en el choque era nula y el de este sábado era uno de los peores encuentros de Aspas en meses.
Si el 'Tucu' había visto antes de la quinta amarilla que le hacía perderse el choque del martes ante el Barcelona, Mallo se encabara con un rival y veía la décima del curso, por lo que tampoco estará ante el conjunto azulgrana. El Leganés pudo marcar el segundo mientras agotaba el tiempo con más cambios ante un Celta inoperante.
El Celta regresa a su versión más gris en la enésima ocasión de reengancharse a Europa. Un partido pésimo, falto de intensidad y ganas donde el Leganés superó de principio a fin a los vigueses, que ahora deberán realizar la machada de vencer al Barcelona si no quieren cerrar, de forma definitiva su sueño por Europa.
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