Indescriptible, emocionante y con un final de ensueño. Iago Aspas sacó su magia para evitar la derrota de España contra Marruecos (2-2) en el tercer partido de la fase de grupos. El delantero del Celta entró en el minuto 74 en lugar de Diego Costa y logró el gol del empate de la selección que le hace pasar a los octavos de final como primer clasificado.
Nada más salir al campo en el estadio Baltika de Kaliningrado, Aspas demostró su garra y su entrega no dando un balón por perdido, pero el gol de Youssef En Nesyri, futbolista del Málaga, le puso las cosas muy complicadas a la selección.
A pesar de ello, el celeste estuvo muy participativo y no cesó en su empeño. Su esfuerzo y el de sus compañeros tuvo su merecida recompensa logrando su primer gol en un Mundial y haciendo que España no perdiera ante Marruecos.
En primera instancia, el colegiado le anuló el gol a Aspas por fuera de juego, pero después de más de un minuto de revisión del VAR, el tanto subió al marcador y el éxtasis se apoderó de todos. Encima, instantes después, Irán le empató a Portugal y los de Hierro se clasifican como primeros de grupo.
Un momento único que Iago va a guardar para siempre en su memoria. Soñaba con jugar un Mundial y, ahora, encima ha logrado un gol, más bien un golazo de tacón (pincha aquí para ver el vídeo), importantísimo para el futuro del combinado nacional en el campeonato. Si España hubiera sido segunda, los cruces podrían haber sido temibles.
Tras no tener minutos frente a Irán después de debutar ante Portugal, Aspas ha sumado así su segunda participación en el torneo. Ahora, la Roja se verá las caras con Rusia en los octavos de final el domingo a partir de las 16.00 horas.
Aspas tuvo una ayuda extra, ya que su mujer, Jennifer Rueda Pérez, y su hijo Thiago estuvieron presentes en las gradas.