¿Tiene razones Mohamed para quejarse de las carencias de su plantilla?

Mohamed, tras el mal encuentro ante el Getafe, asumía la totalidad de la culpa como entrenador del equipo pero dejaba entrever más cosas en su discurso. "La verdad la explicación...te podría dar una explicación mucho más profunda pero realmente prefiero echarme la culpa a mí", contestaba el técnico del Celta de Vigo.

Esa respuesta unida a su 'explicación' sobre los extremos que dispone en la plantilla, que juegan a pie cambiado, puede abrir el debate sobre si sus quejas son fundamentadas o son excusas para sobreponerse de un mal momento de juego que se prolonga en las últimas cuatro jornadas.

En el día a día del Celta entrenan 26 futbolistas, 24 con ficha del primer equipo a los que se le suman Iván Villar y Dennis Eckert. A este último casi se le puede considerar un miembro de pleno derecho del primer equipo ya que no hay delantero suplente.

De esos 25, con Eckert, hay cuatro jugadores con los que no se cuenta: Radoja, Hjulsager, Mazan y Jozabed. Además, visto lo sucedido en las primeras jornadas de Liga, hay otros tres que van a tener muy complicado sumar minutos, Kevin, Costas y Emre Mor.

Eso deja a Mohamed con 18 futbolistas 'aptos' para competir, dos de ellos porteros. Por líneas, el entrenador tiene a seis defensas, cinco centrocampistas y cinco atacantes entre delanteros y extremos.

Defensa

Han llegado tres caras nuevas, hasta el momento ninguno ha supuesto una mejora sustancial en el campo, las previsiones son buenas, pero Cabral y Roncaglia siguen siendo titulares. En el lateral zurdo la llegada de Juncà se contemplaba para ser el suplente de un titular que no llegó. La línea ha sufrido un importante lavado de cara, pero sigue siendo el foco de todas las críticas.

Media

El perfil de los jugadores de la medular celeste es muy similar. Okay Yokuslu, Fran Beltrán, Lobotka, Mathias Jensen y Brais Méndez son, salvando las distancias, jugadores que se desenvuelven mejor por el medio. Ninguno de ellos es un volante que puede ocupar la banda, ninguno se ha sentido cómodo ocupando un costado, de ahí que Mohamed se haya decidido por Mallo en muchos partidos.

La apuesta de Mallo desaprovecha uno de los mejores laterales diestros de LaLiga Santander, pero Mohamed aún no ha encontrado otro futbolista que le ocupe ese espacio sin que sus automatismos le lleven a la parcela central de forma inconsciente.

Jensen, Beltrán o Brais Méndez pueden ocupar esa posición, pero no es su puesto natural y necesitarían partidos para completar su adaptación a volante diestro. El caso del volante zurdo es más complicado de resolver, Brais es el único zurdo en mediocampo, pero ante el Getafe naufragó en esa banda.

Con ese perfil de jugadores, el juego del Celta, irremediablemente, acabará en el centro del campo salvo que opte por una defensa de cinco con Mallo y Juncà de volantes o por un 4-4-2 con Boufal, Sisto o Emre por bandas.

En la plantilla actual no hay un solo jugador que pueda desempeñar la labor de Daniel Wass, recorriendo la banda en ataque y centrando su posición en tareas defensivas. Ese déficit es una de las demandas de Mohamed, una pieza que considera necesaria y que creía que la dirección deportiva le iba a proporcionar.

Delantera

Mohamed explicaba que ninguno de sus extremos juega a pierna natural. Pione Sisto y Boufal son diestros y actúan por banda izquierda. Emre Mor es zurdo y ha jugado generalmente por el costado diestro. Lo cierto es que tanto Sisto como Emre han jugado en bastantes encuentros a pierna natural.

Si el entrenador considera necesario abrir el campo en partidos como el del Getafe, lo lógico, según su análisis, sería colocar a Pione Sisto por la derecha y a Emre en la izquierda. Su regate sería hacia fuera y no acabarían llegando a la frontal. También es verdad que Mohamed no es el único entrenador que ha demandado un extremo diestro puro para la plantilla, esa petición viene de la época de Berizzo.

En punta de ataque, el técnico tampoco puede quejarse, con Aspas y Maxi Gómez tiene a una de las mejores parejas de delanteros de LaLiga Santander. Su labor debe ser acercarlos al resto del equipo sin que sean ellos los que tienen que bajar a por el balón hasta el mediocampo.

El técnico esperaba otro delantero que supliese la baja de Beauvue, pero este no llegó y se conformó con Dennis Eckert. Antonio Mohamed tenía que ser consciente de que en un club como el Celta todas las solicitudes de refuerzos no siempre llegan a buen puerto.

Mohamed cuenta con una plantilla más corta de lo que parece por número, pero de las mejores que ha confeccionado el Celta desde su regreso a Primera. Tal vez le falte mayor variedad y especialistas en la medular y un central más rápido. Pero en lo que respecta a los extremos, pocos equipos en Europa los tienen. Lo normal es verlos jugar, como en el Celta, a pie cambiado.

Cinco defensas

Tal como está configurada la plantilla del Celta, si Mohamed apuesta por jugar con cinco defensas, con dos laterales con vocación ofensiva, lo más lógico es que en la medular se forme un triangulo con Brais o Jensen acompañando a dos mediocentros entre Beltrán, Lobotka u Okay.

Arriba seguiría con Aspas y Maxi Gómez dejando a Sisto y Boufal de revulsivos. En este sistema Mallo y Juncà, al estar protegidos por tres centrales serían los laterales del equipo al ser los que mayor capacidad ofensiva tienen.

Cuatro defensas

Si apuesta por una línea de cuatro y quiere ser protagonista en Balaídos puede apostar por Boufal y Sisto por bandas con dos mediocentros y dos delanteros. En este caso la opción de situar a Júnior Alonso como lateral zurdo tendría sentido la debilidad defensiva de Juncà.

Iago y Maxi tendrían dos jugadores que le surtiesen de balones desde los costados y Beltrán con Lobotka podrían abrir campo a las bandas sin sentir la presión de la medular rival.

Fuera de casa jugar con cuatro defensas le obligaría a modificar alguna de las piezas de ataque para no ser tan vulnerable. Sisto es capaz de ofrecer rendimiento defensivo, Aspas y Maxi Gómez son intocables, lo mismo que Beltrán y Lobotka. La pieza más débil sería Boufal, ahí entraría un jugador con un corte más de centrocampista, Brais Méndez para situarlo de volante, o Jensen en la punta del triángulo. En este caso Aspas debería partir desde la banda derecha, siendo el "extremo mentiroso" del que habló Mohamed.

Tampoco se puede descartar repetir, fuera de casa el trivote con Okay más pegado a los centrales y Lobotka con Beltrán unos metros por delante. Eso dejaría un poco aislados a Aspas, Maxi Gómez y Sisto a la espera de un robo de balón para lanzar una contra. Ese sistema parece correcto ante equipos que te van a dominar el balón y atacar por el centro.

Salvando las distancias, es lo que esperaba Mohamed que sucediese en Mestalla ante el Valencia, una mala lectura del rival por parte del técnico argentino. Pero si la apuesta es por robar y contraatacar, puede funcionar.

Sobre el papel la plantilla tiene opciones y variantes, también carencias importantes, especialmente en la figura de volantes que sepan ocupar las bandas en la medular. Las quejas de Mohamed pueden tener sus razones, pero no parece que justifiquen los malos partidos ante Getafe o Valladolid.