La situación de Pione Sisto en el Celta se torna cada vez más compleja. Ante el Huesca tampoco fue de la partida. Ni siquiera estuvo en el banquillo. El danés está cada vez más relegado y perdido en un equipo donde hizo cosas importantes no hace demasiado tiempo.
Algo ocurre con Pione. Su situación se torna más compleja cada semana y sus minutos sobre el terreno de juego escasean cada vez más. Tanto, que ante el Huesca no estuvo ni en el banquillo.
El danés ha pasado en poco tiempo de ser uno de los hombres más incisivos del equipo y encandilar a la afición al ostracismo. Desde el inicio de esta temporada, su presencia en los planes del equipo ha ido descendiendo, independientemente de quien estuviera sentando en el banquillo.
Con Antonio Mohamed como técnico, Pione comenzó disfrutando de minutos, algo que incrementó una semana más tarde ante el Levante, donde consiguió el único tanto que ostenta hasta la fecha este curso.
Ante Atlético de Madrid y Girona también fue de la partida, pero algo comenzó a cambiar. La mala dinámica del equipo vino acompañada de su pérdida de protagonismo. Tanto que incluso ante Betis y Real Madrid, quedó fuera de la convocatoria.
Mohamed fue cesado y Miguel Cardoso llegó al banquillo celeste. Con el portugués, la situación podía cambiar, pero nada más lejos de la realidad. Ante la Real Sociedad apenas jugó cuatro irrisorios minutos, cuando el equipo perdía 2-1 para meter más mordiente arriba.
Este fin de semana, ante el Huesca en Balaídos, el danés no estuvo ni en el banquillo, una situación que ya escama y que deja al futbolista en una situación más que compleja. Pione aún tiene tiempo para demostrarle a Cardoso que puede ser importante para el equipo, pero algo debe cambiar para que vuelva a ser el de antes.