El Celta volvió a trabajar este jueves en sesión matinal como viene haciéndolo para preparar el duelo ante el Girona. Pero entre la plantilla había uno que esgrimía una sonrisa más grande que ninguno. Se trataba de Iago Aspas, que el pasado miércoles firmó su renovación con el club de su corazón hasta 2023, con el consiguiente aumento de su cláusula de rescisión. Se trata de una gran noticia tanto para el club como para el jugador, que irán de la mano al menos hasta el año del centenario.
Aspas trabajó junto a sus compañeros visiblemente feliz aunque totalmente concentrado en el Girona. Tres puntos de oro hay en juego.