Esta pasada jornada, el Celta de Vigo ha conseguido volver a sacarle más distancia al descenso. La semana pasada tenía un colchón de dos puntos, pero tras los resultados que se han dado y la victoria frente al Barcelona, la distancia ha aumentado a tres puntos. A falta de dos jornadas, el conjunto celtista hace cuentas para conseguir la permanencia de forma matemática. Los números son simples, el equipo vigués solo necesita una victoria en las dos siguientes fechas.
Con el Rayo Vallecano y el Huesca ya descendidos, tan solo queda una plaza que lleva a LaLiga 1|2|3. Los que tienen la situación más complicada son el Real Valladolid, con 38 puntos y el Girona, que tiene 37.
Por delante de estos hay un grupo de equipos con 40 puntos, entre los que se encuentra el Celta. De esta manera, la última plaza se la repartirán entre Villarreal, Levante, Valladolid, Girona y el propio Celta.
El equipo catalán es el que ocupa la decimoctava posición. Si ganara las dos jornadas que les quedan frente al Levante y al Alavés, llegarían a 43 puntos. Por lo tanto, la meta para que la permanencia esté asegurada es llegar a esa puntuación. Aún así, a no ser que sus rivales puntuaran, los de Fran Escribá podrían quedarse en LaLiga Santander sin la necesidad de sumar ningún punto más.
Las dos jornadas que le faltan al Celta de Vigo son contra el Athletic en San Mamés y la última semana frente al Rayo Vallecano, ya descendido, en el estadio de Balaídos.
Teniendo en cuenta el estado de forma en el que están los futbolistas de Fran Escribá, el conjunto celtista es uno de los favoritos para conseguir la permanencia. A pesar de esto, no se ha conseguido de forma matemática y aunque las opciones del descenso sean remotas, todavía es posible.