Pione Sisto reaparece entre aplausos
Fran Escribá quiso aprovechar el último partido del curso 2018/2019 para concederle algunos minutos a Pione Sisto. La temporada del danés se ha visto muy mermada en lo futbolístico, en gran parte por sus problemas personales, que le han impedido mantener un ritmo normal. Por suerte, a pesar de que no ha demostrado el nivel por el que llegó al Celta de Vigo hace ya tres temporadas, mantiene intacto el cariño que el celtismo le profesa, puesto que, cuando cambiaba las cartas con Stanislav Lobotka en el minuto 84, recibió los aplausos de la grada de Balaídos.
El atacante nacido en Uganda y nacionalizado danés llevaba sin vestirse de corto con el Celta desde la pasada jornada 34, en el partido ante el Espanyol, donde apenas disputó 24 minutos. Desde entonces, no ha vuelto a saltar al césped hasta este sábado en Balaídos.
Y es que desde las publicaciones en las que daba las gracias a sus haters de Dinamarca, hasta su dieta de 21 días a base de sólo fruta por la que acabó perdiendo los estribos, Pione Sisto ha tenido muchos momentos para olvidar durante este año. Pero nunca ha perdido el favor de una afición que se ha volcado con él en busca de recuperar a su futbolista. Incluso una niña le pedía su camiseta antes del inicio del partido con una pancarta llena de corazones.
El apoyo de Escribá
El propio Escribá explicaba en sala de prensa el pasado viernes que, de haber sabido que el futbolista seguía ese régimen, no se lo habrían permitido desde el club. Por ello, ha querido darle un voto de confianza para permitir al joven jugador sentirse de nuevo como antaño.
El técnico del Celta explicó ante los medios que Sisto "ha perdido la alegría del juego que todos recordamos" pero que "en el día a día sigue siendo el de siempre. Es uno de los jugadores más queridos, no solo por el grupo si no por afición. Es un chico encantador, educado, buen chico".
Todos estos factores han empujado a Escribá a darle unos minutos al extremo en el duelo ante el Rayo Vallecano, con la firme intención de recuperar al Pione Sisto de siempre, al que enamoraba con un balón en los pies y que el futbolista recuerde el cariño que le tiene la hinchada celeste. Porque así, el equipo podrá contar con él de cara al próximo curso, cuando el Celta le necesitará más que nunca.