La pretemporada es momento de descanso y, también, de reflexión. Sirve en ocasiones para hacer memoria de la temporada y hasta deja tiempo para recordar viejos tiempos, como hizo Iago Aspas durante una entrevista en el programa de la Televisión Gallega, Hoxe con Manquiña, donde rememoró sus primeros días en el fútbol y en el Celta.
Durante su comparecencia, Aspas rememoró el inicio en su tierra natal y su salto al Celta de Vigo. "Empecé en Moaña, en la liga de los sábados de fútbol siete en la que un campo se dividía en cuatro. Me avisaron que en el Celta hacían pruebas y fui", dijo sobre su llegada a Vigo.
Desde su llegada al conjunto celeste, estuvo enrolado en el perfil de ataque, como delantero y en ocasiones en banda. "siempre fui rápido y eso de pequeño se nota". Pese a entrenar a diario en Vigo, siempre quiso vivir en su casa, junto a su gente. "En aquella época había pisos compartidos para canteranos, pero yo siempre preferí seguir viviendo en mi casa, en Moaña. Siempre tuve compañeros con los que ir y a mí me llevaba el hermano de mi abuela que estaba jubilado y mi padre le dejaba el coche", recuerda.
"En aquella época había pisos compartidos para canteranos, pero yo siempre preferí seguir viviendo en mi casa, en Moaña"
De los últimos años, los mejores recuerdos de Aspas llegan de la mano de Berizzo. "Con él vivimos la mejor etapa en el Celta, no eliminamos al Manchester por una jugada. Cuadró que teníamos una buena plantilla, quizás no era una gran plantilla, pero era un buen once con este tridente arriba que formábamos Orellana, Nolito y yo. Se dio esa conjunción de tener un gran entrenador con grandes jugadores. Berizzo, sin ser un estilo tan táctico nos dio garra y ganas", agregó.
Su llegada a la selección española fue, para Aspas, la consecución del trabajo bien hecho. "Es un orgullo, un premio al trabajo y al fútbol que desarrollas en tu equipo".