Denis Suárez: versatilidad y una bendición para Iago Aspas

El Celta de Vigo ha cerrado a su fichaje estelar de este verano: Denis Suárez. El gallego emigró y su crecimiento futbolístico está fuera de toda duda. De fichar por el Manchester City a llegar al Barça, acumulando cesiones para continuar con su proyección. A lo largo de su carrera ha demostrado ser un jugador versátil que ha demostrado poder jugar con los mejores. Su adaptabilidad ha permitido que sus equipos encajen a otros jugadores de talento, y su entendimiento del juego le ha facilitado jugar en posiciones y con funciones diferentes.

Extremo, mediapunta, interior... Lo hace todo bien

Denis Suárez ha rondado por diferentes equipos a lo largo de su carrera. En el Sevilla, junto a Unai Emery, ocupó la mediapunta en su prototípico 4-2-3-1. Buscando recibir detrás de las líneas de presión, Denis recogía en la corona del área y trataba de decidir la jugada. También caía a los costados para generar superioridades, y rindió a buen nivel.

En el Villarreal, con Marcelino García Toral, tendió a jugar en las bandas. En un sistema parecido al que Fran Escribá (de hecho, su sustituto en el conjunto amarillo) comenzó jugando en banda izquierda. No obstante, su mejor nivel lo dio acostado en la derecha. Jugando muy pegado a la cal se mostró como un elemento muy útil para el juego colectivo. Cuando la pelota le llegaba, el equipo subía líneas y se ordenaba en ataque gracias a su pausa.

Por su parte, en el FC Barcelona jugó con todo un elenco de estrellas y no desentonó. Primero con Luis Enrique y luego con Ernesto Valverde, partía como interior en el 4-3-3 culé. Desde esa posición daba continuidad a las posesiones y equilibraba en banda las internadas de Neymar, abriéndose a la banda. Por otra parte, demostró un muy buen entendimiento con Messi a la hora de ofrecerse por dentro y combinar con él. Eso que le supuso más minutos durante algunos tramos de temporada.

El buen entendimiento de Denis Suárez con Messi podría ser un reflejo de la sociedad que podría ocurrir junto a Iago Aspas.

No obstante, con Valverde perdió protagonismo con el paso de los meses. La nueva estrategia de fichajes del conjunto azulgrana lo dejó sin sitio, y su cesión al Arsenal no fue fructífera debido a una lesión. Ahora tiene la oportunidad de reivindicarse.

Denis-Aspas, ¿sociedad indivisible?

Las buenas migas de Denis con Messi no son precisamente anecdóticos. Teniendo en cuenta que la trascendencia de Iago Aspas en el Celta es similar a la del argentino en el Barça, es una buena vara de medir. Denis "se lleva bien" con las estrellas. Es un futbolista que permite que sus compañeros rindan mejor. Los complementa técnicamente. El de Moaña puede encontrar en su nuevo compañero a una auténtica bendición.

La incógnita es: ¿desde qué posición lo hará? Si Fran Escribá continúa con su 4-4-2 (lo que ocurrirá casi seguro si acaba llegando Santi Mina), su sitio parece estar en la banda izquierda. El técnico valenciano exige retorno defensivo y mucho trabajo a sus extremos. Por otra parte, su tendencia interior y la capacidad ofensiva de Lucas Olaza puede hacer surgir una fuerte sociedad en ese costado. A priori, Denis debe ser el foco por el que pasen los balones en el centro del campo, quedando Brais Méndez en el otro costado.

Momento de dar un paso adelante

Por otra parte, ¿qué esperar de Denis Suárez? Sus etapas en Sevilla y Villarreal son las de una promesa por madurar. A sus 25 años, y tras haber convivido durante tres temporadas con varios de los mejores futbolistas del planeta, llega a una realidad distinta. Si bien llega a un equipo donde Iago Aspas es indudablemente la estrella, ahora le toca dar un paso adelante. Ha de ser una de las primeras espadas del equipo, uno de los abanderados del buen hacer del conjunto celeste. Un plus competitivo que ayude a su equipo a ganar partidos.

En cierto modo, ahora la exigencia aumenta para Denis Suárez. Pasará de ser un elemento de rotación en la plantilla culé a adquirir un rol preponderante en el equipo donde dio sus primeros pasos como futbolista. Y se le exigirá presencia, carácter y determinación, en el plano futbolístico y en el numérico. El hecho de haber mamado celtismo y de ser un fichaje estelar también requerirá que dé un paso adelante en el vestuario. Tiene una gran oportunidad, pero también un reto muy exigente por delante.