El Celta necesita aligerar su masa salarial para seguir fichando

El Celta de Vigo presume de una excelente salud financiera, los celestes son uno de los pocos equipos de LaLiga Santander sin deudas y que presenta en los últimos cinco ejercicios más de 60 millones de euros de superávit. Pero la buena situación en la que se encuentra el club olívico no es motivo para que la directiva decida gastar el dinero que no es capaz de ingresar en una temporada. Por ello para seguir reforzando la plantilla, la dirección deportiva debe buscar destino a tres jugadores con los que no se cuenta y que tienen algunas de las fichas más altas del vestuario. Emre Mor, Facundo Roncaglia y Claudio Beauvue deben salir para aligerar la masa salarial.

Este verano el Celta se ha librado de varias fichas importantes, Gustavo Cabral, Ryad Boudebouz, Sofiane Boufal y Wesley Hoedt supusieron para las arcas celestes más de seis millones de euros en fichas brutas. Carlos Mouriño, en su última comparecencia pública, elevaba el gasto de la plantilla en salarios hasta los 52 millones de euros.

Otras salidas como las de Maxi Gómez, Hjulsager, Radoja y Jensen no han conseguido liberar tanta masa salarial ya que ninguno de ellos contaba con un contrato importante. Esto supone que el Celta ha logrado, con todas las salidas que se han producido hasta el momento, ahorrarse unos nueve millones de euros en fichas.

Pero este dinero ya ha sido ocupado por las llegadas de Joseph Aidoo, Santi Mina, Denis Suárez, Jorge Sáenz y Gabriel Fernández. A sus fichas, especialmente altas en los casos de Mina y Denis, han que sumarle la parte proporcional de cada uno de los traspasos dividido por el número de años firmados a cada jugador. Es decir, que sólo en el caso de Denis Suárez, sin sumar su ficha, el traspaso del de Salceda de Caselas supone un gasto en el límite salarial impuesto por LaLiga de 3,2 millones de euros. Lo mismo sucede con Aidoo y Gabriel Fernández.

La sangría de Emre Mor, Beauvue y Roncaglia

Por ello el club necesita liberarse, especialmente, de tres jugadores que suponen un coste altísimo en el límite salarial del equipo. Emre Mor, Claudio Beauvue y Facundo Roncaglia. Sangrante es el caso del turco, sólo por su fichaje de 13 millones de euros el Celta tiene ocupado 2,6 millones de euros al los que se le suma su ficha, unos 2 millones de euros brutos por campaña. Su salida, por ejemplo, permitiría fichar a Nolito, incluso pagando una pequeña cantidad.

En el caso de Roncaglia, haber llegado gratis a Vigo le supuso una ficha importante de algo más de un millón de euros netos por campaña, lo que se traduce en más de 1,5 millones de euros brutos. Más importante es el espacio salarial que ocupa Claudio Beauvue, su traspaso con multa incluida de 1,1 millones de euros, supuso que el Celta pagase al Lyon 6,1 millones de euros.

Beauvue firmó por cinco campañas y media, lo que supone un gasto anual por su fichaje de 1,1 millones más su ficha, que se acerca al millón de euros netos. Esto coloca a Beauvue en un gasto sobre el límite salarial de unos 2,5 millones por curso.

De esta manera el Celta, en tres jugadores con los que no se cuenta, tiene actualmente inmovilizados más de ocho millones de euros de los 52 millones que se pudo gastar la pasada temporada en fichajes. El alto coste de estos tres jugadores se debe a la obligación de amortizar año a año el coste de su fichaje, algo que no pasa con los canteranos salidos de A Madroa, que solo ocupan en el límite salarial su ficha.