Pendientes de Okay y Hugo Mallo
La plantilla del Celta de Vigo disfruta de su día de vacaciones antes de volver al trabajo, en doble sesión de mañana y tarde, el martes. A partir de ahí se inicia una cuenta atrás de cinco entrenamientos donde Okay Yokuslu y Hugo Mallo pelearán por estar disponibles para el primer duelo de la temporada, ante el Real Madrid este próximo sabado 17 de agosto en Balaídos.
La enfermería celeste, repleta con cinco futbolistas, buscará ir vaciándose a lo largo de los días para que Fran Escribá tenga a su disposición un mayor abanico de opciones de las que gozó en la puesta de largo del Celta ante su afición contra la Lazio romana.
Hay tres futbolistas que tienen imposible llegar a tiempo -Sergio Álvarez, David Juncà y Santi Mina-. El único que podría llegar a tiempo de estos tres jugadores es el portero, un Sergio Álvarez que parte como suplente de Rubén Blanco este curso por lo que su recuperación no es de las más acuciantes para Fran Escribá.
David Juncà y Santi Mina se perderán los tres primeros partidos de liga - Real Madrid, Valencia y Sevilla- y recibirán el alta médica durante el parón de selecciones de la primera quincena del mes de septiembre.
Las opciones de Mallo y Okay
Por ello Escribá sólo cuenta con las posibles, en ambos casos complicadas, recuperaciones de Hugo Mallo y Okay Yokuslu. El capitán lleva de baja desde el 23 de julio debido a un edema en el recto anterior del muslo derecho que le ha producido una pequeña rotura fibrilar.
Hasta el momento Hugo Mallo se ha entrenado de manera individual y será esta semana cuando se reintegre al grupo. "Hay que ir es con cuidado, sobre todo en el caso de Hugo y Okay Yukuslu, que son jugadores que podrían recaer. Vamos a tener cuidado", indicaba Escribá este sábado tras caer ante la Lazio. El lateral, debido a su físico, es de los dos el que podría jugar ante el Real Madrid sin apenas entrenamientos.
Más complicado es el caso de Okay Yokuslu, el mediocentro turco lleva lesionado desde el pasado 30 de mayo cuando disputó un amistoso con Turquía ante Grecia. El primer diagnóstico revelaba un esguince que finalmente se convirtió en una rotura parcial del ligamento cruzado posterior de la rodilla derecha.
El turco ha comenzado, la semana pasada, a entrenarse con el resto del equipo de manera limitada. En A Madroa se le ha podido ver realizando carrera continua con normalidad lo que permite albergar ciertas esperanzas de que llegue a tiempo al duelo ante el Real Madrid. El principal problema, según Fran Escribá, radica en su físico y su estado de forma, al que le cuesta más tiempo llegar a un estado óptimo. Por ello, en el caso de recibir el alta no estará para disputar los 90 minutos.