Lucas Olaza fue uno de los nombre propios del partido entre el Celta y el Real Madrid. El lateral uruguayo se fajó con Bale y Odriozola en un intenso duelo donde salió vencedor en numerosas ocasiones. Ya en zona mixta, el charrúa mostró su descontento por el arbitraje sibilino de un Estrada Fernández que permitió al Madrid pegar más sin que esto tuviese consecuencias en las amonestaciones, un hecho que desquició al Celta en la primera mitad, especialmente a Iago Aspas y Rubén Blanco, que vieron amarilla por protestar.
"Ante estos equipos ya sabemos cómo es, es algo que siempre estuvo y va a estar. La diferencia siempre está en pequeñas faltas, pequeños fuera de juego dudosos" respondió Olaza. El lateral tiene muy claro que "lo más fácil es siempre cobrar para ellos, esa es la diferencia". Sobre el gol anulado a Brais Méndez indicó que "no lo he visto, no puedo opinar".
Centrado en el juego, Olaza sostuvo que "a pesar de la derrota tuvimos buen juego y ocasiones para empatar el partido que por distintos motivos no pudimos convertir". Para el zurdo "las sensaciones son positivas, jugamos ante uno de los mejores equipos del mundo y el encuentro estuvo parejo".
La clave del duelo, además del jarro de agua fría que supuso el tanto de Kroos, fue la distinta puntería exhibida por ambos conjuntos: "La diferencia es que las ocasiones de ellos entraron y las nuestras no", concluyó el lateral zurdo del Celta.