El último día del mercado estival el Celta de Vigo rompía la baraja anunciando la contratación de Rafinha Alcántara, el hijo de Mazinho, internacional brasileño y jugador del Barcelona. Ahora es el propio futbolista el que confiesa cómo vivió esas horas previas a ser anunciado por el Celta, un regreso que solo ha sido posible por todo lo que significa el cuadro celeste para él.
Rafinha recuerda esas jornadas previas a fichar por el Celta: "No puedo decir que haya sido días fáciles, siempre es complicado porque no sabes lo que va a pasar. En unas horas puede cambiar todo así que estás en la expectativa de lo que va a suceder".
El jugador confiesa que "estaba ilusionado por venir y nervioso al mismo tiempo de que pasará. Gracias a dios en el último momento se consiguió realizar gracias al apoyo del Celta y del Barça, así que les tengo que agradecer el poder estar aquí" ya que "crecimos yendo a Balaídos viendo jugar a mi padre así que para mí y mi familia fue una felicidad grande poder estar aquí, en casa".
Con el lema 'Isto Vai de Corazón' el Celta quería darle una especial recalcar la importancia de la 'Operacion Regreso'. En la misma línea se manifestó Rafinha: "Resume de verdad lo que los jugadores que han regresado sienten por este club. Yo si no fuese el Celta no habría venido, me hubiese quedado en el Barça. Esto es algo que no se puede explicar, es algo que mamas desde pequeño, que sientes y lo vives en cada momento, en los entrenamientos, en el estadio y defender un escudo como este que lo has disfrutado cuando eras pequeño es algo grande".
Esta es la razón por la que "los jugadores que hemos venido aquí queremos jugar y pasarlo bien, para nosotros es todo, es imposible separar el sentimiento de jugador y aficionado, como es el caso de Iago. Al mezclarlo todo es mucha emoción para controlarlo".
Rafinha también desveló como vivió la mala temporada de un Celta que estuvo a punto de descender a Segunda: Estaba nervioso, como todos los aficionados, la cosa estaba muy negra a mediados de temporada y se veían las cosas muy mal hasta ese último partido que ya estaba asegurado".
Aunque el ahora celeste confiesa que "es cierto que en los últimos partidos ya se tenía más confianza de que el equipo se iba a salvar, pero se pasa mal, como aficionado se pasa mal", concluyó en CeltaMedia.