Óscar García compareció ante los medios para analizar cómo llega el Celta de Vigo al primer partido del nuevo técnico en Balaídos, ante el Real Valladolid. El cuadro celeste cambió esta semana su horario habitual de entrenamiento, una cuestión que Óscar explicó en rueda de prensa. También tuvo tiempo para hablar de la incógnita del césped y de la importancia de que la afición empuje.
Al ser una semana corta por jugar el viernes quisimos dar a los jugadores más tiempo para recuperar, una tarde y una mañana. También fue por una cuestión de biorritmos, de entrenar por las mañanas a jugar por la noche hay muchas horas de diferencia, por eso decidimos entrenar por la tarde".
"Espero que esté bien, siempre que he venido de rival el césped de Balaídos era uno de los mejores de LaLiga, espero que continúe así pero somos conscientes de que ha llovido mucho y que los jardineros tienen mucho trabajo ahí ya que las últimas veces que hemos ido no estaba como queremos que esté. Si hay mucha agua y no puede rodar el balón puede condicionar el once, claro que sí.
No entrenamos en Balaídos por la lluvia, tenemos que cuidarlo, queremos que esté bien para mañana y dos días seguidos con esta lluvia no sabríamos cómo estaría el campo".
"Es importante, me gusta jugar delante de nuestra afición, sentir su apoyo. Todos juntos somos más fuertes, lo tengo muy claro. Trabajamos para ser más fuertes cada día y para dar alegrías a la afición, jugar delante de ellos es lo más bonito que hay en el fútbol".
El Valladolid es un equipo que sabe muy bien a lo que juega, juega prácticamente todos los partidos igual. Es un equipo que nos va a hacer correr mucho, si no competimos como lo estamos haciendo vamos a tener problemas. Espero que no sea así porque estoy muy confiado al ver como entrenan mis jugadores", concluyó.