El Real Murcia trabaja duro para anular la deuda que está obligado a saldar antes de que finalice el año 2019. Es decir, tiene que abonar lo que le resta antes del próximo 31 de diciembre para asegurar su supervivencia y ya acumula un 90 por ciento de acuerdos de quitas y aplazamientos con sus acreedores. Entre esos acreedores es el Celta de Vigo, uno de los últimos en adherirse a las medidas planteadas por el Murcia en su campaña Horizonte Concursal.
Los granas contrajeron una deuda con el Celta de 475.000 euros, la mayor de las que se incluyen en el G30, un grupo de clubes futbolísticos que se creó para defender sus intereses en la negociación de los derechos televisivos.
La deuda del Real Murcia con el Celta era la mayor de los clubes que integran el G30
De este modo, el presidente de la entidad murciana, Francisco Tornel, ha confesado, en una entrevista para Murcia Plaza, que "falta ya muy poco para alcanzar el objetivo que nos marcamos y que se nos exige. A día de hoy podemos garantizar casi al 100 por 100 que el Murcia sobrevivirá", señalando además que es "la mejor noticia que podremos dar a la afición".
"Estamos acordando quitas y aplazando pagos a cuatro años con estos acreedores, que es lo más urgente. Luego está la deuda con Seguridad Social y Hacienda, que ronda los seis o siete millones de euros, pero para eso hay más tiempo y lo urgente es cumplir con los débitos prioritarios antes del 31 de diciembre", agregó Tornel.
Concluyó el máximo dirigente del club grana concretando que "también trabajamos para aplazar ese débito con ambos organismos y así evitar embargos y queremos cumplir con la obligación lo antes posible, pero las prioridades ahora son otras".