El celtismo, a pesar de la lluvia y de un horario infernal, no falló y recibió a sus jugadores con decenas de bengalas que marcan el camino a la victoria ante el Mallorca. Durante unos minutos el ambiente alrededor de Balaídos se tiñó de celeste, lo mismo que el interior del bus del primer equipo, donde los jugadores tuvieron que taparse las caras con sus sudaderas para poder respirar.
Las imágenes, grabadas por David Costas, muestran el interior del autobús del Celta completamente lleno de humo celeste procedente de las bengalas encendidas por la afición viguesa.
Hugo Mallo y Iago Aspas se tiene que tapar las caras con sus sudaderas para poder respirar, lo mismo hacen muchos de sus compañeros mientras otros compañeros fijan su mirada en la calle, donde decenas de aficionados llevaban minutos esperándoles.