Los últimos resultados del Celta de Vigo invitan a ser optimistas. Los números son una realidad. El cuadro de Óscar García retorna a Vigo sin caer después de dos partidos seguidos lejos de Balaídos, además de otros tantos encuentros con resultados positivos. En esta ocasión, el Coliseum fue el lugar del que arañó un punto el conjunto celeste con la presencia de los tres hombres que llegaron en este mercado de invierno. Curiosamente, aún no ha perdido con la presencia de todos ellos de inicio.
Se trata de Murillo, Bradaric y Smolov, los tres fichajes que llevó a cabo la dirección deportiva del Celta, encabezada por Felipe Miñambres, en este mercado de invierno. Tres piezas para reforzar todas las parcelas del terreno de juego. Y, de momento, pocas quejas pueden existir con respecto a su rendimiento.
Ante el Getafe jugaron todos ellos de inicio por tercera ocasión. Smolov lo hizo en punta de lanza ante la ausencia de Aspas. La sanción al moañés la suplió a un buen nivel el ruso, que tuvo alguna que otra llegada y que está dejando un buen regusto entre la afición celeste. Lo mismo sucede con Bradaric en la zona media. El croata fue expulsado ante el Leganés y por eso no estuvo hace una semana frente al Granada. En el Coliseum volvió al once y, desde su presencia sobre el campo, el Celta no sabe lo que es perder.
Murillo, por su parte, se ha convertido en la referencia en la zaga. Los goles encajados por el equipo desde su aterrizaje en Vigo han descendido considerablemente, uno de los datos más positivos para un equipo que se mostraba muy frágil atrás.
Ante el Getafe CF fue la tercera vez que los refuerzos del Celta en el mercado invernal coincidieron sobre el verde. Un empate ante el Real Madrid y un triunfo frente al Getafe se suman a un nuevo punto lejos de casa. Que la racha no pare.