El Celta de Vigo estuvo presente este lunes en la reunión telemática del presidente de LaLiga Javier Tebas con los clubes de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank. Los de Segunda se encontraron en sesión vespertina con la premisa de tener una primera toma de contacto para analizar las consecuencias económicas que deja la crisis del coronavirus y estudiar de una forma conjunta las medidas posibles a ejecutar y los escenarios de una hipotética reanudación de la competición. Según las fuentes consultadas, fue más una reunión de exposición que de participación.
Se pusieron sobre la mesa tres líneas: el impacto económico de la crisis (con unas pérdidas globales de casi el 30%), las medidas que se están llevando a cabo para reducir el impacto y las posibilidades de reanudación. En ese sentido, la patronal baraja hasta tres 'soluciones' para que se termine el campeonato tras una obligatoria ‘minipretemporada’ que ayudara a prevenir posibles lesiones. El más factible es el de empezar a mediados de junio y terminar en julio, teniendo en cuenta a la FIFA y la UEFA.
La temporada, según Tebas, debe resolverse jugando por razones "económicas" y "de integridad". Los clubes, lógicamente, están por la labor. En el escenario más factible y optimista, serían semanas exprés, cargadas de partidos, en pleno verano y sin público. Pero todo depende de la evolución del virus, por lo que no hubo conclusiones claras ni definitivas. Luego están las otras patas: AFE y RFEF. Además de la FIFA y la UEFA. Todas quieren acabar jugando y las reuniones son constantes entre todos los actores del fútbol, pero es imposible moverse en base a certezas.
Lo mismo en el apartado económico, íntimamente ligado al anterior, y donde se habló de una reducción estimada del salario de los jugadores de en torno a un 20% en los diferentes clubes en el peor de los escenarios financieros: que no se juegue más, lo que implicaría la pérdida global de casi 700 millones de euros (la mayoría de contratos de televisión) y una disminución del valor de los futbolistas del 28%, según el CIES Football Observatory. Los problemas darían al traste el balance de los clubes y, obviamente, generarían tensiones de tesorería.
Aunque se busca el consenso y se empiezan a denotar ya rasgos de colectividad, los clubes de Segunda han empezado a tomar de una forma particular sus primeras medidas para amortiguar el implacable efecto de la crisis. Ya hay entidades que han comenzado con impagos (o 'amenazas' de impagos), pero la realidad es que el Celts, a día de hoy, sigue abonando con normalidad las nóminas a sus jugadores y empleados.
Tampoco se acogerá de momento a un ERTE el club olívico, aunque no se descartan otras medidas drásticas cuando el virus se vaya. De cualquier modo, en la planta noble de Balaídos se sigue trabajando a destajo, hay varios planes para ejecutar y dejar una empresa sostenible y viva cuando finalice su labor.