El ex futbolista Santiago Cañizares, como padre que ha perdido a un hijo al que acompaño hasta su último momento, se ha sincerado y confiesa que "tengo el corazón encogido por la forma en la que muchos se marchan. Estoy consternado por las miles de familias que han perdido familiares y ni siquiera han podido despedirse", ya que la saturación de los hospitales unida a la facilidad de contagio con la que se propaga el coronavirus he impedido que la gente esté al lado de sus familiares enfermos incluso después de muertos. En Madrid los entierros se han limitado a tres personas prohibiéndose los velatorios.
"No tenemos muy claro a lo que nos enfrentamos y la incertidumbre es muy grande en todo los aspectos de la vida y, por lo tanto, en el fútbol también", dijo Cañizares. "Lo que debe primar es la salud de las personas, porque la gente se está muriendo y hay que tratar de que esto se solucione. Debemos estar concienciados porque la gente que está sana está empezando a tener problemas de otra índole y ve que otras personas sufren", agregó.
Interesado por la situación que se vive en España por la pandemia del Covid-19, Cañizares dijo que está "sufriendo mucho" en especial por la gente más afectada, los fallecidos y sus familiares. "Tengo el corazón encogido por la forma en la que muchos se marchan. Veo que esto no para y estoy consternado por las miles de familias que han perdido familiares y ni siquiera han podido despedirse", concluyó.