Eusebio Sacristán quedará ligado eternamente alCelta de Vigo al ser el primer entrenador que no dudó en posar sus ojos en una Madroa donde Aspas, Mallo, Lago o Túñez daban sus primeros pasos hacia la profesionalidad. Sin recursos y con una plantilla de escaso nivel Eusebio apostó por la cantera como solución para un Celta que aún hoy vive de los réditos sacados por el técnico vallisoletano.
Así lo recordó Eusebio en una charla con la Federación Gallega de Fútbol: "Es un club que, desde que yo estuve allí, ha evolucionado tremendamente. Yo viví su fase de Ley Concursal y Segunda División. Ahora está en Primera y ha estado flirteando con jugar una final europea, y una final de Copa".
El de La Seca reconoce que "sí que es cierto que las dos últimas temporadas está viviendo unas situaciones más complicadas, a nivel clasificatorio, pero es un club muy asentado en todos los sentidos, económica y deportivamente"
Además también entiende que "esta temporada tiene un grupo de jugadores importantes de la casa, que han pasado, salido, de allí. Jugadores jóvenes, con mucho talento, y que les costó empezar bien a nivel de resultados", por ello "todo ese engranaje necesitaba un tiempo".
Eusebio recordó el momento en los que se decantó por dar la oportunidad a un generación de canteranos entre los que estaban Iago Aspas, Roberto Lago, Sergio o Mallo.
"Entendía que, en ese momento, me podían dar un rendimiento suficiente para conseguir los objetivos que teníamos en el club en ese momento. Veía el gran talento que tenían para el futuro", como así se ha demostrado con el paso de los años.