Durante la cuarentena, son varios los jugadores del Celta de Vigo que se han hecho cargo de las redes sociales del club. Uno de ellos es Rafinha Alcantara, que dejó como todos los españoles, recluido en su hogar por la cuarentena impuesta por el gobierno a causa de la crisis coronavirus, daba una sorpresa a los aficionados celestes al hacer una videollamada con su hermano Thiago, que incluso se mojaba respecto a su posible futuro en el Celta.
Entre risas, ambos recordaban anécdotas, una de ellas consistían en los inicios del propio Rafinha en el mundo del fútbol. Thiago dice que aprendió mucho "fijándome en Mazinho", pero su hermano tenía otro referente, Richard Dutrel, y es que su ilusión era ser guardamete: "¡Me encantaba, me encantaba! Y si midiera 1,90 me gustaría ser portero. Recuerdo que de pequeño me llamaba la atención la ropa. La ropa de portero ¡Hostia! Esas camisetas de colores... Las medias altas, los guantes. Todo me parecía una pasada. En el Celta siempre me fijaba en Dutruel, que para mí era un porterazo", rememoraba en su día el internacional brasileño.
En la videollamada entre ambos, Thiago echaba la vista atrás para recordar los inicios de Rafinha bajo palos, en la época en la que Mazinho, su padre, defendía la elástica celeste, aportando datos que pocos más conocen. Y es que el actual centrocampista del Celta comenzó de portero en Los Sauces. El motivo lo explica el mismo: "Era muy, muy bueno. Pero mi padre me sacó de la portería porque el tamaño no ayudaba mucho. Mi 1.90 metros no fue suficiente", decía entre risas, mientras Thiago daba fe a sus palabras.
Pero el jugador de Bayern de Múnich iba más allá y contaba que llegó a jugar en la selección gallega. Además, en el Eureka, donde ambos coincidieron con el actual delantero del Valencia CF Rodrigo Moreno, Rafinha era el comodín perfecto: "Jugaba con nosotros media parte de jugador y media parte de portero, fíjate si era bueno", aseguraba Thiago, aunque su hermano se quitaba méritos: "Tenía cualidades, pero no lo hacía lo bastante bien", confesaba.
No sabemos qué habría sido de la carrera de Rafinha de haber continuado como guardameta. Quizá no habría llegado a defender la elástica de la 'Canarinha', pero a buen seguro, viendo su cara al recordar el tema, habría sido muy muy feliz.