LaLiga envió un protocolo definitivo, al cual ha tenido acceso ElDesmarque, a todos los clubes del fútbol profesional -LaLiga Santander y LaLiga SmartBank- de cara una futura vuelta a los entrenamientos. De momento, todo sigue a expensas de las recomendaciones sanitarias. No hay fechas previstas, aunque el protocolo para reducir los peligros del coronavirus cuando la pelota vuelve a rodar ya está definido y aprobado.
Así, tanto el Celta de Vigo como el resto de conjuntos regresarían en cuatro fases, diferenciadas y que guardan un sinfín de lógicos requisitos sanitarios. Además, se estima que en la parte final los clubes queden concentrados y que, entonces, el contacto entre jugadores se limitaría casi exclusivamente a los entrenamientos colectivos. En el caso del club vigués están buscando la manera de que A Madroa, con solo dos campos de hierba natural y otros dos de césped artificial puedan ser suficientes para cumplir con las recomendaciones de LaLiga.
Antes de empezar a trabajar, LaLiga quiere cumplimentar una serie de requisitos prioritarios. Así, realizará la prueba de COVID-19 a jugadores, miembros del cuerpo técnico y empleados que vayan a participar en lo que denominan como "concentración". Se aprovisionará al equipo de los materiales necesarios y se desinfectarán dichos materiales y, por supuesto, las instalaciones a usar. En cuanto a las pruebas, LaLiga establece tres como mínimo. La primera, dos días antes de los entrenamientos en solitario (fase 2). La segunda, antes de las sesiones en grupo (fase 3). Y la tercera, previa a la vuelta a la competición.
Asimismo, a lo largo de las fases 2, 3 y 4 se aclara que se realizarán test diarios a plantilla, cuerpo técnico y empleados. El objetivo primordial de estas pruebas es detectar los conocidos como "falsos negativos", personas que están contagiadas al realizar la prueba y que, aún sin presentar síntomas, pueden contagiar a otras personas. Obviamente, en el caso de que algún miembro dé positivo pasará a iniciar el protocolo establecido por las autoridades sanitarias pertinentes.
Es, en resumidas cuentas, lo que quiso propulsar recientemente la Real Sociedad. Un primer retorno para iniciar la búsqueda de un estado físico óptimo. Aquí LaLiga vuelve a ser muy clara y quiere máximo control: mínimas personas posibles en el campo de entrenamiento, que los jugadores se desplacen siempre en solitario y en el mismo vehículo (con guantes y mascarillas), un máximo de seis jugadores en el terreno de juego a la vez y que la distancia entre ellos sea, como mínimo, de cuatro metros (el doble del aislamiento social recomendado).
Además, se recomienda que no haya más de 12 jugadores a la vez en las instalaciones, que la llegada de todos ellos sea escalonada y que lo hagan con la ropa de entrenamiento ya puesta. Al acabar el entrenamiento, el futbolista recibirá en una bolsa biodegradable la ropa para el siguiente entrenamiento y usará esa misma bolsa para guardar la ropa usada en su domicilio. Se limita el uso del gimnasio, el del fisioterapeuta y se insta a que el trabajo en solitario se realice en la medida de lo posible con guantes.
LaLiga quiere que esta fase se realice 15 días antes de empezar la competición y, según el protocolo, dividiendo a la plantilla en tres grupos para entrenar en tres turnos de forma consecutiva. Es aquí donde se marca un asterisco importante, y es que se considera oportuno que en esta fase los equipos queden concentrados en su ciudad deportiva o en un hotel.
Así, se pide utilizar tres vestuarios por sesión y que cada jugador tenga su material de trabajo preparado. Se remarca además que desayunos, almuerzos y cenas serán recogidos por cada jugador de forma individual en sus respectivos recipientes y, por turnos y respetando el aislamiento social, podrán consumirse en un comedor.
Entiende LaLiga, por tanto, que todos los clubes quedarán concentrados en esta fase. Se establece en este sentido que el tiempo que los jugadores no estén entrenando deberán pasarlo en las habitaciones y que no se permitirán las reuniones, ya sean en zonas comunes o habitaciones. Los distintos grupos establecidos, en cuanto a los comedores, no podrán coincidir en ninguno de los casos. Se señala además que sólo serán necesarios cuatro miembros del cuerpo técnico, tres fisioterapeutas como máximo y un utillero.
Hablamos ya de una vuelta efectiva al trabajo. Deberán mantenerse las condiciones de higiene y será fundamental, según LaLiga, "no bajar la guardia". De este modo, se pide que todo el personal presente en las instalaciones porte guantes y mascarillas, reducir el número de personas ajenas al equipo, mantener dos metros de distancia y habilitar el máximo número de vestuarios posibles. A su vez, se volverán a realizar labores de desinfección y se deberá disponer de geles hidroalcohólicos.